Por MIGUEL ANGEL ZANDRINO
* El tema que nos ocupa en este número, está relacionado con el
N.2 de nuestra revista: El discipulado, pues el discipulado es el
camino hacia la madurez.
* De hecho hay cristianos que maduran u otros que no. Los que
progresan y cercen son normales. Los que se estancan son
anormales. Detenerse implica retroceder.
* Lo que es inadmisible es que haya una enseñanza en ciertos
círculos que admite dos categorías de creyentes: los que avanzan
hacia la madurez y llegan a ser discípulos de Cristo,
reconociendo como el Señor de sus vidas; y los que en cambio sólo
lo han recibido como su salvador. Tenemos la firme convicción de
que esta enseñanza no es bíblica, y además es sumamente
peligrosa, pues una persona que confiesa que Jesucristo es su
Salvador, pero no lo admite como el Señor de su vida, representa
una grotesca caricatura de lo que un cristiano pudiera ser.
* Jesucristo se ofrece siempre como Salvador y Señor, y esto no
representa etapas sucesivas en la experiencia cristiana, sino una
realidad simultánea. Es claro, se trata de un suceso que comienza
a ocurrir cuando venimos al Señor por primera vez, y en cuya
relación debemos crecer. El Señorío de Cristo no representa un
privilegio para algunos. Pablo dice a los Filipenses que toda
lengua debe confesar que Jesucristo es el Señor, para gloria de
Dios Padre. No hay lugar para recibirle como Salvador, y no
reconocerle Salvador.
* De manera que debemos considerar con seriedad si efectivamente
nos estamos desarrollando espiritualmente, avanzando hacia la
madurez. Y cada uno de los autores de los artículos destacan la
responsabilidad de llegar a ser cristianos maduros.
* Caballero Yoccou, en su artículo "Nacer para crecer" basa su
argumentación en 1 Pedro 1:23®25 y dice: "No es posible hablar de
crecimiento y adultez, en cualquier forma de vida, sin pensar
previamente en el nacimiento". Sólo habiendo renacido en la
familia de Dios, podremos crecer y desarrollarnos
espiritualmente.
* No es un camino fácil el que se nos propone. José Youg en "Ese
camino angosto" plantea el desafío del evangelio al decir: "No
hay un camino fácil hacia la madure, y el Nuevo Testamento nos
explica con claridad el propósito y la necesidad del sufrimiento
en ese camino.
* David Sommerville en "Comprometidos con Dios", destaca la
importancia de la disciplina en la vida cristiana. "Ser maduros
es estar convencidos de nuestro deber y luego disciplinarnos para
cumplir con él", lo que representa una determinación de
someternos a la voluntad de Dios en un solemne compromiso de
fidelidad.
* "Jesucristo arquetipo de la madurez" es el título de Jorge E.
Calusen para su artículo, en el que destaca que "Cristo nuestro
parámetro, es aprehendido dentro de la comunidad como actuando y
ofreciéndose a sí mismo". Este elemento comunitario es
fundamental para lograr la madurez, y de varios de los autores lo
consideran.
* Cotton, en "La imagen de Cristo, signo de la madurez" nos
presenta la idea clara que nos ofrece el evangelio, en la línea
de pensamiento de Clausen y dice que "Dios está trabajando
pacientemente para lograr que seamos conformados a la imagen de
Cristo".
* Por último Zandrino bajo el título de "La madurez Cristiana:
Perfección" plantea la idea de que hay una perfección, o madurez,
relativa a cada etapa de la vida. Y en el conjunto de la vida
cristiana "madurar es progresar, avanzar, desarrollarse, hasta
llegar a ser hombres".
¡Excelente reflexion!
gracias por esta reflexion que nos edifica y nos anima a seguir creciendo y madurando para poder dar frutos y frutos que permanezcan Jn 15;16 y asi llegar a la unidad y el conocimiento del varon PERFECTO a la medida de la estatura de la plenitud de CRISTO……benciciones
Señor ayudame a crecer en el conocimiento de ti y del unico Dios verdadero para ser como un instrumento usada para toda buena obra. Gracias Jesus.