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Home » Artículos » La muerte, ese misterio

La muerte, ese misterio

By Administrator  Posted on julio 24, 2008 In Artículos, La Muerte 6 Comments
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 Por MIGUEL ANGEL ZANDRINO

El hombre, la creación especial en la cual Dios sopló su

Espíritu, ha vivido toda su existencia, incluyendo la

prehistoria, interrogándose acerca del significado de la vida y

de la muerte.

¿Porqué mencionamos la prehistoria? Precisamente

porque los fósiles más antiguos que se hallaron del Homo Sapiens,

muestran evidencias de la práctica de ritos funerarios, que

demuestran el sentido del misterio que la muerte tenía para

aquellos hombres, a la vez que la intuición de la pervivencia del

ser.

Y esto no es extraño si recordamos las palabras del Eclesiastés

(3:11) cuando dice que Dios "todo lo hizo hermoso en su tiempo; y

ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el

hombre a entender la obra que Dios ha hecho desde el principio

hasta el fin".

Este sentido de eternidad ha acompañado a la humanidad durante

los milenios de su existencia, y ha provocado constantemente

hasta hoy, esa actitud del hombre de interrogarse, de interrogar

a la vida y a la muerte, sin que alcance el hombre a entender la

obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.

¿QUE ES LA MUERTE?
Esta pregunta sólo tiene respuesta en la Palabra de Dios. Pero

aun en ella la respuesta es parcial.¿Porqué decimos que la

Revelación nos ofrece una respuesta parcial de la muerte? Pues.

Porque hay tanto misterio en este acontecimiento, que la Biblia

nos dice lo que imperiosamente necesitamos saber para calmar

nuestras inquietudes y temores. Lógicamente no nos puede revelar

todo el profundo misterio de algo que está más allá de la

capacidad que tenemos de saber o entender, por nuestra propia

limitación por nuestra contingencia.

El hombre natural interroga a su alrededor y se interroga a sí

mismo. Y allí quedan las preguntas sin contestación. Solamente en

las páginas de la Biblia hallamos luz suficiente para satisfacer

nuestras ansias de eternidad.

ALGUNOS DICEN QUE LA MUERTE ES SIMPLESMENTE UNA FATALIDAD
Todos los seres vivos nacen para morir, una vez cumplido su ciclo

biológico. En realidad la inmensa mayoría de los seres vivos

mueren antes de haber cumplido su ciclo, y este es un hecho que

podemos comprobar observando lo que ocurre en el ambiente. Los

seres vivos no necesariamente mueren de viejos.

En un porcentaje

increíblemente elevado, mueren al ser comidos en diferentes

etapas de su existencia por otros seres vivos. Las pulgas marinas

se alimentan de microorganismos, pequeños peces comen a las

pulgas de mar, peces algo mayores se alimentan de los más

pequeños.

Y así se establece una secuencia que nos permite

afirmar que para que aún haya llegado a los 100 kilogramos de us

estado adulto, ha ingerido el equivalente de muchos millones de

millones de seres vivos. De manera que en la naturaleza se

observa un increíble derroche de vida para mantener

ininterrumpido el ciclo de la vida. Como si de alguna manera
inexorable la vida se alimentara de vida.

PARA OTROS, LA MUERTE ES UN ABSURDO
En realidad, también la vida es un absurdo si no está iluminada

por la información de la Palabra de Dios. Nada tiene sentido,

todo es ridículo. Así lo expresa Shakespeare en Macbeth, cuando

dice: "La vida no es más que una sombra que pasa, un ridículo

actor que se pavonea y agita sus brazos en el escenario, y al

cual ya no se lo vuelve a oír; es una historia contada por un

idiota, en medio del estruendo y la furia, que no significan

nada".

Al finalizar el siglo VI misioneros cristianos llegaron a

Inglaterra, al remoto país del rey Edwin, quien reunió a sus

consejeros para asesorarlo. Uno de estos que había escuchado algo

del mensaje cristiano le dijo: "Majestad, cuando vos estáis

sentado a la mesa con los nobles y vasallos, arde fuego en el

hogar, y estáis abrigados. En cambio afuera brama el viento frío

del invierno, y cae la lluvia y la nieve.

De pronto entra un

pajarito y revolotea por la sala. Entra por una puerta y sale por

la otra. En los instantes que está adentro, siente el abrigo del

mal tiempo; pero apenas desaparece de nuestras miradas; retorna

el crudo invierno. A mi parecer, lo mismo acontece con la vida

del hombre. No sabemos lo que antecedió, ni lo que viene después.

Si esta nueva doctrina nos da alguna pista sobre esto, vale la

pena que la escuchemos".

PARA LA MAYORIA LA MUERTE ES UNA REALIDAD INTELECTUAL
Sabemos que inevitablemente todos tenemos que morir. Pero

solamente apreciamos lo terrible que es la muerte cuando nos toca

de cerca y nos arrebata algún ser querido. Entonces nos

enfrentamos a ella con sorpresa, con incredulidad, con asombro.

Se amontonan las preguntas: ¿Cómo pudo ocurrir esto? ¿Cómo puede

ser posible? ¿Porqué tenía que morir? ¡Ayer estaba tan bien! Y la

muerte se nos presenta monstruosa, inconcebible, intolerable,

incomprensible. Es que la muerte es todo eso, y las preguntas que

formulamos quedan sin respuesta. Lo monstruoso, inconcebible,

intolerable e incomprensible de la muerte, tiene que ver con que

es el salario del mal que hay en el hombre.

Por eso es terrible y

maligna.
Eclesiastés dice que es mejor ir a la casa del luto que al

banquete. Porque la casa del luto nos induce a considerar a la

muerte, no meramente como una convicción intelectual, sino como

realidad existencial que habremos de enfrentar. Y debemos

prepararnos para morir, lo cual es posible porque Cristo venció a

la muerte y nos hace partícipes de su victoria: "Jesucristo sacó

a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio". y por la fe en

él, obtendremos vida eterna, participamos de la vida de Dios.

Para el cristiano la muerte sigue siendo un enemigo, bien que

haya sido vencida por Jesucristo, porque la muerte es del diablo.

Dios es el autor de la vida. No obstante Pablo dice que la muerte

ha perdido su aguijón, y quien tiene vida eterna, supera el

inevitable y duro trance de la muerte por la victoria de

Jesucristo. Y si la muerte permanece aún como una difícil

experiencia para el cristiano ¡qué insondablemente terrible será
para los que mueren en sus pecados!

HAY QUIENES SIENTEN UN IRRESISTIBLE ATRACTIVO POR LA MUERTE
Atractivos de matar, algunos, y otros de morir. Hay una morbosa

influencia en la literatura, el cine, la televisión y el

periodismo sensacionalista que despierta la fascinación por la

muerte.

Otra influencia la representa el terrorismo sembrando la

muerte en forma indiscriminada, o la guerra autorizando matar

impunemente. Juegos como la ruleta rusa, en el que arriesgar la

vida ofrece una sensación de vértigo irresistible para quienes lo

practican, como deportes peligrosos en el que los hombres

desafían con emoción indescriptible a la muerte, ilustran la

fascinación de la muerte. En oposición a la inmensa mayoría para

los que la muerte es una realidad intelectual, para estos llega a

ser una atracción obsesiva, con un desprecio espeluznante de la

vida, propia o ajena.

Y esta es una manifestación sobresaliente del mal que domina al

hombre, y cuya meta es su destrucción. Es la maldad que siempre

mata, en oposición al bien que procura la vida. El vértigo de la

muerte es la obra maestra del mal que precipita al hombre a su

propia destrucción, o a la eliminación de su prójimo.

RESIGNACION ANTE LA MUERTE
No, el hombre no se resigna a morir. Naturalmente hay en él una

fuerte rebelión, una protesta, una indignación, porque siente que

la muerte no es normal. Una intuición trascendental hace que la

rechace, que la repudie. Una convicción interior de eternidad

provoca su rebeldía: no quiere morir.

Es que la muerte está ligada al mal. de tal manera que junto con

el sentido de trascendencia, hay un sentido de consecuencia

entre su maldad ®de la que es conciente y responsable® y la

muerte que teme y aborrece. De alguna manera intuye que el mal no

conduce a la vida.

El hombre es conciente que el universo hay un respaldo para el

bien. Lo bueno es lo positivo, conduce a la vida. La vida es

buena. Lo malo es negativo, mata. La muerte es malvada. Es la

presencia del mal en el hombre lo que hace a la muerte maligna,

porque atenta contra su trascendencia. De manera que hay una

reacción de rebeldía ante la muerte que se manifiesta de diversas

formas. Y el hombre recurre a toda clase de artificios para

perpetuarse: en sus hijos, en sus empresas, en obras maestras. No

acepta ser devorado por la muerte.

RESPUESTA CRISTIANA A LA MUERTE: LA RESURRECCION
"Así pues, como la maldad entró en el mundo por un solo hombre, y

trajo consigo la muerte, así también la muerte pasó a toda la

gente, porque todos pecaron. Como la maldad atuvo poder para

traer muerte, así también al estar justificados con Dios, su

bondad tuvo poder para darnos vida eterna por medio de nuestro

Señor Jesucristo" (Ro.5:13;21).

"Quiero decirles, hermanos, que lo que es de carne y hueso no

pude tener parte en el reino de Dios; pues lo que no dura no

puede tener parte con lo que dura pa siempre. Pero quiero que

sepan un secreto: No todos vamos a morir; pero todos seremos
transformados en un momento, en abrir y cerrar de ojos, cundo se

oiga el último toque de la trompeta.

Sonará la trompeta, y

los muertos serán resucitados para nunca volver a morir; y

nosotros seremos cambiados. Pues nuestra naturaleza corruptible

tiene que vestirse de incorrupción, y nuestro cuerpo que muere,

tiene que vestirse de inmortalidad.

"Y cuando nuestra naturaleza que no dura se haya vestido de

incorrupción, y nuestro cuerpo que muere se haya vestido de

inmortalidad, entonces se cumplirá lo que dice la Escritura: La

muerte ha sido devorada por la victoria. ¿Dónde está, oh muerte,

tu poder para herirnos? ¿Dónde oh sepulcro, tu victoria?" Lo que

da a la muerte su poder para herirnos, es el pecado, y la ley

antigua es la que da ese poder al pecado. Pero gracias a Dios,

que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (1

Co.15:48®56).

"Hermanos, no queremos que se queden sin saber lo que pasa con

los muertos, para que ustedes no se queden tristes, como los

otros que no tienen esperanza. Así cono sabemos que Jesús murió y

resucitó, de igual manera creemos que Dios va a resucitar con

Jesús a los que murieron creyendo en él.

Por eso les decimos a

ustedes como enseñanza del Señor, que nosotros los que quedemos

vivos hasta la venida del Señor, no nos adelantemos a los que

murieron. Porque el Señor mismo va hacer bajar del cielo con voz

de autoridad, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios.

Entonces los que murieron creyendo en Cristo, resucitarán

primero; después, los que quedemos vivos seremos llevados

juntamente con ellos para encontrarnos con el Señor. Así vamos a

estar con el Señor para siempre. Por eso, anímense unos a otros

con estas palabras" (1 Tes.4:13®18).

"En los últimos tiempos vendrá gente que se burlará de las cosas

sagradas, y preguntarán: ¿Qué pasó con la promesa de que Cristo

iba a volver? pues desde que murieron nuestros antepasados, todo

sigue igual desde que el mundo fue hecho…No es que el Señor se

tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que nos

tiene paciencia; pues no quiere que ninguno perezca, sino que

todos se arrepientan. Pero el día del Señor vendrá cuando menos

se espera…Esperen la llegada del día de Dios, y hagan todo lo

posible por apresurarla. En ese día, los cielos serán destruidos

con fuego y los elementos se derretirán ardiendo. Pero nosotros

esperamos los cielos nuevos y la tierra nueva que Dios ha

prometido, en los cuales todo será justo y bueno" (2 P.3:3®13).

"Y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor"

(Ap.21:4).

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Tristeza y llanto ante la muerte
La noche viene

6 thoughts on “La muerte, ese misterio”

  1. jose mena dice:
    julio 25, 2008 a las 1:49 pm

    gracias hermano y que Dios lo bendiga

  2. Maria Sonia dice:
    julio 26, 2008 a las 9:25 pm

    Que maravillosa enseñanza, esto nos alienta para que los que creen en Jesus tenemos vida eterna y como dice que alla ya no abra ni llanto y dolor sino todo sera en adorar y alabar anuestro buen Dios. muchas gracias hermano por esta enseñanza que Dios lo bendiga y siga adelante, espero recibir mas reflesiones.. Gracias. Sonia

  3. David Marquina dice:
    agosto 7, 2008 a las 12:29 am

    Hermano, mucho le agradeceria si a vuelta de correo e. me envia que traduccion de la biblia ha usado en su comentario sobre la muerte (encuentro una difeencia en lo que dice mi biblia RV y lo que dice ud. en 1ra. tes.4:14 otros que no tienen esperanza. Así cono sabemos que Jesús murió y
    resucitó, de igual manera creemos que Dios va a resucitar con
    Jesús a los que murieron creyendo en él.

  4. VANA dice:
    octubre 31, 2008 a las 3:38 pm

    yo he vivido una terrible experiencia que marcó mi vida. mi prometido, un hombre al que amaba con todo mi corazon y con quien llevaba un noviazgo de casi 7 años, murio trágicamente en un accidente automovilístico, apenas 20 días antes de nuestra boda, una boda q planeamos con todo el amor y la ilusión. ha sido dificil y doloroso, pero confío plenamente en lo que dice la palabra de Dios y se que un día, tarde o temprano, me volveré a reunir con él y esta vez para toda la eternidad. Dios los bendiga!!!

  5. anyiz monterroza dice:
    diciembre 27, 2008 a las 11:41 pm

    yo he vivido la terrible experiencia de perder una hija a la edad de año y medio,y lo que me a mantenido en pie es la fe que tengo puesta en mi senor jesucristo y su promesa el es un dios justo que llega siempre a tiempo y se que un dia me reunira con ella, ahora oro para que mis demas familiares lo acepten y pueda reunirnos a todos junto con el en su reino.Dios los bendiga!

  6. andrea dice:
    abril 16, 2009 a las 2:01 pm

    estoy muy triste por que hace pocos dias perdi a mi cuñada de 22 años era mi amiga y discipula en el señor aun no puedo creer que ya no este con nosotros tenia dos niños de 1 año y 3 años su muerte fue algo terrible para todos nosotros el sufrimiento y la impotencia que causa la muerte es algo que no se pusde evitar en un momento senti que mi fe se habia quebrado pero a pesar de las luchas que tengo no puedo pensar en volver atras tengo que seguir adelante el señor me da nuevas fuerzas cada dia gracias por sus palabras Dios los bendiga.

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