Estimado Director:
¡Qué interesante tratar el tema de la paz, precisamente ahora que vivimos en un mundo convulsionado! Y descontando su proverbial generosidad, quiero plantearle algunas dudas y otras certezas. Pero para ello, prepárese que voy a hacer algunas preguntas;
¿Todo listo?… aquí va la primera:
-¿Nace la paz por satisfacer todos nuestros deseos?
En primer lugar convengamos en que la satisfacción de algunos deseos nos trae paz, pero de allí a decir que mientras más deseos satisfagamos mayor paz obtendremos…; la respuesta a esta pregunta es que no. Pero fíjese que detrás del bombardeo propagandístico, la sociedad de consumo nos propone satisfacer los deseos que la misma propaganda nos crea, y a veces sin darnos cuenta (¿le llaman a esto mecanismo subliminal?), terminamos creyendo que es cierto. En realidad es precisamente al revés Señor Director: mientras más necesidades nos creamos, más ansiosos y alejados estamos de la paz que buscamos. Esto me lleva a recordar la frase del sabio griego Diógenes (que no tiene nada que ver con el perrito y el linyera de «Clarín») quien decía al pasar frente a un mercado seguido por sus alumnos: «Miren cuántas cosas que no necesitamos».
Bueno, agárrese que aquí va la segunda pregunta:
-¿Alcanzamos la paz cuando no tenemos problemas?
Aquí yo opino, y creo que usted también, en que la respuesta nuevamente es negativa. Obviamente, tener muchos problemas no nos da ninguna paz, pero no podemos pretender (por una deducción supuestamente lógica) que el no tenerlos nos permitirá disfrutar de ella.
Hay muchas razones para afirmar esto, pero sólo le plantearé dos: Primero, que en la vida siempre hay problemas. «¿Por qué?» -Me dirá usted- Bueno… simplemente porque así es la vida. Y segundo, una situación que aparentemente es contradictoria: mientras más queremos evitar los problemas, mayor predisposición tenemos a sufrir y a desencontrarnos con la paz.
Bueno, aquí va la tercer pregunta:
-¿Qué es entonces la paz?
Como usted ve, tengo que necesariamente hacerme cargo de una respuesta. No quiero ser absolutista en esto, pero yo opino que la paz nace de un proceso de reconciliación. Con Dios en primer lugar; El nos dejó su paz que es diferente a la que puede dar el mundo. Y luego con nosotros mismos a través de un reconocimiento honesto de quien soy ante mí mismo y ante los demás: saber quién soy (con mis límites y posibilidades) y qué se espera de mí.
Bueno, ya le advertí que cuando llegara el momento de definir las cosas lo iba a hacer…y lo hice. Y al terminar, un consejo: usted no se me im-paciente (que es una forma de decir que pierde la paz), y recuerde aquello de «non calentarum, largum vivirem» que también se constituye en una efectiva fórmula para alcanzar la paz.
Su pacífico amigo,
Desiderio
porque hemos buscado a Jehová nuestro Dios; le hemos buscado, y él nos ha dado paz por todas partes. 2ª Crónicas 14.7
Entrará en la paz; descansarán en sus lechos todos los que andan delante de Dios. Isaías 57.2
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14.27
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; Romanos 5.1
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4.6-7
Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. 15Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. Colosenses 3.14-15
Absteneos de toda especie de mal.
23Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. 24Fiel es el que os llama, el cual también lo hará. 1ª Tesalonicenses 5.22-24
Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, 21os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Hebreos 13.20-21
Bendiciones y paz de Dios, nuestro Padre.
La paz de Dios es cuando tenemos a Jesucristo ne el corazón, es decir solo los que somos salvos.
La paz con Dios cuando vivimos una vida de SANTIDAD.
bENDICIONES.
LA PAZ DE DIOS TODOPODEROSO, NOS LLEVA A LA VIDA ETERNA, SOBRE TODO SI IMPARTIMOS SU PALABRA , SU PAZ DISTRIBUIMOS A TODO AQUEL QUE LO RECIBE EN SU CORAZON, COMO SU UNICO SALVADOR Y VIVE SUS PRUEBAS Y LUCHAS , RECIBE RESPUESTA , SI SOLO , SE LE ORA DIRECTAMENTE AL PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO DE DIOS.!!EL DIJO: MI PAZ OS DEJO, MI PAZ OS DOY !!!QUE MÁS SEÑAL DE GRAN AMOR, HACIA NOSOTROS LOS PECADORES, Y QUE A VECES NO VEMOS , NI ENTENDEMOS SU REAL SIGNIFICADO. SALUDOS A TODOS ,Y QUE DIOS LOS BENDIGA, CON MUCHA PAZ EN ESTAS NAVIDADES Y AÑO NUEVO 2010. VIVA CRISTO ENTRE NOSOTROS SIEMPRE.
Estimada Maria Aracelys,
Tú dices: LA PAZ DE DIOS TODOPODEROSO, NOS LLEVA A LA VIDA ETERNA, SOBRE TODO SI IMPARTIMOS SU PALABRA
Tu frase, aunque yo entiendo perfectamente lo que dices y lo que quieres decir, es incorrecta. Pues, sin que yo lo pretenda, me suena a condicional. Tampoco es que yo sea quisquilloso y metiche, sino que amo demasiado la verdad como para permitir que se mezcle con algo que no lo sea. Si me permites, te explico:
Los dones y beneficios de Dios los recibimos por pura gracia. Porque Dios es amor, bondad, paz, y cuando alguien recibe a Dios, recibe todo lo que con él trae. No depende de lo que nosotros hacemos, sea impartir su palabra, o cualquier otra cosa. Depende de la gracia, que nunca merecemos, por más que hagamos. Gracia siempre inmerecida por nuestra parte.
También dices: SU PAZ DISTRIBUIMOS A TODO AQUEL QUE LO RECIBE EN SU CORAZON, COMO SU UNICO SALVADOR Y VIVE SUS PRUEBAS Y LUCHAS , RECIBE RESPUESTA
Nuevamente, hay algo incorrecto en lo que dices, espero que no te moleste la corrección que sólo pretende tu enseñanza: la paz es un fruto del Espíritu Santo, Gálatas 5.22 y como tal, es Él, y no nosotros, quien llo distribuye. Lo último de tu frase, aunque no lo entiendo bien, sigue sonando a condicional, pero de eso ya hablamos.
Continúas diciendo: RECIBE RESPUESTA , SI SOLO , SE LE ORA DIRECTAMENTE AL PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO DE DIOS.
Lo que Jesús enseña es lo que debemos dirigir nuestras oraciones al Padre: Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos.
Mateo 6.9 Jesús nos enseñó que todo lo que pidiésemos lo hiciésemos en Su Nombre: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Juan 14.13-14. En ningún sitio de la Biblia se nos enseña que oremos al hijo o al Espíritu Santo, y aunque creo firmemente en la Trinidad divina, aunque la palabra Trinidad no aparezca en la Biblia, dentro de la divinidad vemos que el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo. Y que el Espíritu Santo no es el Padre, ni el Hijo, aunque los tres participan de la misma naturaleza divina y son un mismo y solo Dios.
Aunque esto resulte difícil de entender, debemos seguir las enseñanzas del apóstol Pedro: Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios. 1ª Pedro 4.11.
Con mis mejores deseos de paz para ti,
hermanos en cristo,los amo un monton ,anoche no pude dormir no habia paz en mi corazon,le pedi a DIOS q me diera paz,¡¡¡¡esto es increible ustedes me mandan esta reflexion de la paz,sin cristo no hay paz EL es la paz,¡¡gloria a DIOS ¡¡¡ GRACIAS hermanos,cada mensaje q mandan los recibo c amor ………DIOS les bendiga
hola. Dios les Bendiga. muy interesante la reflexion de la paz, ya que sin ella nadie vera a Dios. es importante encontrarla y quedarsela. con respecto a los comentarios me llamo la atencion lo de la pregunta a quien debemos orar. y usted decia que a Dios. entonces quiere decir que no se debe pedir a Jesus directamente ya que el nuestro abogado delante de Dios. yo se que esto es un tema muy delicado pero interesante y hay tyantas cosas que comprender. si me puede aclarar esto mejor por favor lo agradeceria
Estimada Karelys Zurita,
Es muy importante preocuparnos `por cómo hacer las cosas bien, cuando de nuestra relación con Dios se trata, ya que el ser humano, a lo largo de la historia, se ha apartado mucho de la verdad, escuchando a su propio corazón que, por cierto, Dios nos dice que es engañoso (Jeremías 17.9) o lo que es peor aún, escuchanco a espíritus engañadores y doctrinas de demonios (1ª Timoteo 4.1) lo cual quiere de cir que éstos malos espíritus se meten aún en las iglesias a predicar y enseñar cuestiones contrarias a la voluntad de Dios.
¿Qué tenemos para saber lo que es la verdad y lo que no lo es? Sin duda la palabra de Dios, pues, Jesús mismo oró al Padre diciendo: Sanífícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. (Juan 17.17.
POr consiguiente, hoy cuando todo el mundo se llama cristiano, aunque no conozca ni a Cristo ni sus enseñanzas, se hace más necesario que nunca, conocerla y aferrárse a ella, pues de otra manera no seremos verdaderos discípulos suyos. (Juan 8.31-32)
En cuanto al tema de la oración, como a cualquier otro, los cristianos somos exhortados por el apóstol Pedro: Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios. (1ª Pedro 4.11). Por consiguiente, remitiéndonos a las palabras de Dios, tenemos registrado en la Biblia, las enseñanzas de Cristo en cuanto a cómo debemos orar. Te remito a lo que ya escribí con anterioridad:
Lo que Jesús enseña es que debemos dirigir nuestras oraciones al Padre: Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos.
Mateo 6.9 Jesús nos enseñó que todo lo que pidiésemos lo hiciésemos en Su Nombre: Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré. Juan 14.13-14. En ningún sitio de la Biblia se nos enseña que oremos de otra manera.
Si Cristo no nos hubiese hablado del tema, cada uno bien podría orar como buenamente le pareciera sin que nadie pudiera corregirle, pero si Cristo nos dejó sus palabras escritas y nos dice: Vosotros pues, oraréis así… ¿Cómo debemos hacerlo? ¡Pues, claro! Como él dice.
Por que, como cristianos debemos seguir sus enseñanzas, y haciéndolo, seremos verdaderos discípulos suyos. Cualquier otra manera, no es la manera en que Jesús nos enseñó.
En cuanto a que Jesús aboga por nosotros delante del padre (1ª Juan 2.1) es cierto, pero nada hay en el texto que nos diga que tengamos que decirle cómo hacerlo. Él sabe, como el Espíritu Santo, mejor que nosotros mismos, qué es lo que nos conviene (Romanos 8.26).
Bendiciones.