LUIS A. PÉREZ
Aquí estoy, en la sala de Terapia Intensiva, al lado de la cama de mamá. Ya hace 24 días que está aquí postrada. no sé cuánto tiempo más estará, no sólo en esta cama, sino tal vez en este mundo.
¡Qué difícil que es todo esto!
Pese a ser médico, el enfrentarse con la posibilidad de perder a un ser querido, no es fácil.
Y mientras estoy aquí, mis pensamientos vuelan, recordando todo lo que mi viejita me enseñó acerca de este momento, que ahora le toca vivir a ella y también a nosotros.
Y mientras escucho su respiración dificultosa, recuerdo todas esas enseñanzas que nos dejó esta maestra maravillosa. Maestra que no dictó clases magistrales, pero cuyas palabras y ejemplo hicieron profundas marcas en nosotros, sus hijos.
Voy a tratar de enunciar lo que me enseñó acerca de este tema del cual no nos gusta hablar: la muerte.
1) TENGAMOS RESPETO POR EL DOLOR AJENO, EL QUE SE SUFRE POR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO.
O como dice la Biblia: “Llorad con los que lloran”.
Recuerdo dos episodios de mi vida en la que me enseñó esto.
Cuando era niño e iba a la escuela primaria, un día nos despertó a mi hermano y a mí y nos dijo: “Hoy no van a ir a la escuela porque murió el tío Pedro, el esposo de la tía Matilde. Ella está muy triste, así que por el dolor de ella, no van a ir. Hoy van a jugar sin hacer mucho ruido, por amor a la tía Matilde”.
¡Qué sabiduría para hacernos entender lo que dice la Biblia!
En otra oportunidad, era un 24 de diciembre y murió la esposa del zapatero que vivía en frente de nuestra casa. Me acuerdo que mamá nos pidió que festejáramos la Navidad, pero que no hiciéramos ruido, porque Don Borra, el zapatero, estaba muy triste y, seguramente, no tendría ganas de oír ruidos. Porque la muerte trae dolor a los seres queridos y les da ganas de llorar.
2) Pero mamá también nos enseñó que para el cristiano, el morir trae alegría y descanso.
¡Y qué oportunidad usó para enseñarnos esto!
Los tres hijos estábamos en un campamento de jóvenes, a orillas del mar, lejos de casa.
Cuando salimos hacia ese destino, dejamos a nuestra abuela materna bastante enferma. Unos días después, hablamos por teléfono a casa, y en la conversación preguntamos a mamá acerca de cómo seguía la abuela. Su respuesta fue: “Desde ayer está muy bien”. ¿En serio?, fue nuestra contestación. Y ella con mucha paz continuó diciendo: “Sí, porque desde ayer está en el cielo con el Señor”.
¡Magnífica esperanza la del cristiano, que puede pensar así acerca de su mamá, cuya presencia en este mundo ya no iba a ser visible!
Gracias viejita por habernos enseñado esta verdad con tu ejemplo.
3) GRATITUD AL SEÑOR PORQUE SE LLEVÓ A UN SER QUERIDO. ¿Qué? ¿Es esto posible?
Recuerdo cuando falleció papá. Había estado internado por casi dos meses y un día, 2 de noviembre, su corazón dejó de latir.
Estábamos con Lalo, mi hermano, y mamá rodeando su cama. Los tres nos dimos cuenta que el momento doloroso de la partida había llegado. Y en ese momento, mamá oró a Dios dando gracias y diciendo: “Gracias Señor por todos estos años que estuvimos juntos. Gracias porque dejó de sufrir”.
¡Qué maestra! Gracias Señor por sus enseñanzas.
4) Me enseñó con su ejemplo que HAY QUE SERVIR AL PRÓJIMO.
Toda su vida fue de servicio.
Cuando se enteraba de alguien que estaba enfermo, allá iba ella.
Cuando alguien cumplía años, allá iba con un pañuelito u otro presente.
Cuando se enteraba que alguien iba a pasar en soledad una Navidad, ponía un plato más en la mesa para que viniera a casa.
¡Cuántos pulloveres habrá tejido para misioneros, alumnos de la Escuela Bíblica o para personas que no tenían qué ponerse!
Más de la mitad de su vida la vivió cuidando familiares enfermos.
¿Y qué tiene que ver todo esto con el tema de la muerte?
Les cuento.
Mamá había pasado 73 días en el Sanatorio asistiéndo a papá, casi sin salir del establecimiento. Cuando murió y estábamos en el velatorio, llegó la noche. Le sugerí a mamá que cerráramos la sala velatoria y fuera a descansar. Yo presentía que no iba a acceder a mi propuesta, pero, ¡oh sorpresa!, me respondió: “No hay problema, hagamos como dispongan ustedes. Todo lo que tenía que hacer por él lo hice mientras vivió, ahora ya no hay nada más que pueda hacer. El no me necesita aquí.
Y nos fuimos a descansar, con otra lección aprendida de la maestra.
5) Pero hay algo más.
Hubo una muerte, un tipo de muerte, de la cual nunca quiso hablar. Siempre respetamos su silencio.
Jamás nos contó sobre la muerte de su padre, nuestro abuelo. Ella perdió a su papá cuando era muy niña.
Nos enteramos por otras bocas que nuestro abuelo, luego de una depresión por crisis económicas, se quitó la vida.
Jamás oímos esta historia de su boca.
Creo que cualquier persona que la conoció, viendo su ternura, su paz, su alegría, no podría siquiera imaginar que de niña hubiese tenido que soportar tanto dolor.
Lo superó y guardó ese secreto, sólo con la ayuda de Dios. Y sin embargo no dejó traslucir un dolor tan profundo que secretamente la acompañó toda la vida; más bien irradió paz a quienes la rodeaban, consoló a quienes, afligidos, se acercaron a ella.
…………………………….
Pasaron tres días desde que escribí todo lo anterior.
Desde ayer, a mamá no la tenemos entre nosotros.
Apenas volví del Sanatorio donde le di el último beso, Dios mismo llenó mi alma de paz, guiándome a la lectura de un versículo bíblico que reafirmó todas las enseñanzas que mi viejita me dejó sobre este tema.
“Entonces oí una voz del cielo que decía: Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan”.
Luego del sepelio, se leyó el Salmo 23 cambiando el tiempo verbal y fue como si mamá lo estuviera recitando desde la morada que le preparó Jesús:
“El Señor fue mi pastor, nada me faltó,
En verdes pastos me hizo descansar.
Junto a tranquilas aguas me condujo,
me infundió nuevas fuerzas.
Me guió por sendas de justicia
por amor de su nombre.
Aún si anduve por valles tenebrosos
no temí peligro alguno
porque Tú estuviste a mi lado.
Tu vara de pastor me reconfortó.
Dispones ante mí un banquete
en presencia de mis enemigos.
Has ungido con perfume mi cabeza.
Llenas mi copa a rebosar.
La bondad y el amor me
siguieron todos los días de mi vida.
Y en la casa del Señor
habitaré PARA SIEMPRE».
emocionante testimonio.
Gracias Dios mio por este testimonio, que para nada es triste, es de una gran enseñanza y de mucho amor y Fe, gracias hermano y que Dios bendiga mucho a tu familia y a ti.
lo felicito es un encanto leer esta refleccion me gusto mucho, siga adelante un abrazo y suerte.
dios le bendiga y el señor ilumine su camino
atte ALBERTO PAEZ
maravilloso mi hermano, quisiera tener el honor de conocerte aprenderia mucho de ti.Dios te bendiga
jose berder.
Amado , hermano,
muy conmovedor y edificante
las lecciones que vuestra madres , les enseño y
que ahora recibo tambien
y me hacen recordar las enseñanzas
de mi querida Madre
que grande es el amor de DIOS,
que puede llenar de consuelo y de paz
nuestros ser, en momentos tan dificiles
cuando la afliccion nos hiere el alma,
la palabra de DIOS, es un balsamo que tiene el poder de sanar nuestros corazones
un abrazo cristiano
Dilmer
De verdad te felicito por esta iniciativa de compartir tu testimonio al igual que tu hay muchos que están pasando por situaciones parecidas, pero que a pesar de conocer a Dios no entienden su voluntad. Que Dios te bendiga y te de una excelente y ejemplar mujer como lo fue tu madre y si ya la tienes gloria a Dios por eso, entonces que te de una excelente hija….
Ultimamente he estado muy reflexivo en cuanto a las cituaciones y condiciones que tenemos que vivir. he conprendido que en la vida Cristiana, «viviendo en Cristo, con Cristo» su precencia da a nuestras vidas dones , o mas bien los frutos de su santo Espiritu, y esto trae sabiduria a nuestra vida. Puedo ver en este relato la mano de Dios tocando nuestro corazon, haciendonos saber que alguien mas importante que nosotros es nuestro projimo, que el amor y el respeto hacia los demas se buelve un proposito en nuestra vida. Hoy le doy Gracias a Dios por la oportunidad que me ha dado de saber que el amor,goso,paz, paciencia, etc. es muestra de que su Santo Espiritu mora en nosotros. Y Esto es la SAVIDURIA DE DIOS.
UN HOMBRE QUE HA PODIDO VER EN SU MADRE O EN SUPADRE ESTOS GRADES ATRIBUTOS QUE DIOS HA PUESTO EN ELLOS, SIN DUDA ES QUE A ADQUIRIDO MADURES Y TIENE CON EL, » EL ESPIRITU DE DIOS». HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE QUE ES EL PRIMER MANDAMIENTO CON PROPOSITO.
DTB.
Que hermosa enseñanza nos da, yo se que para muchos es muy difícil enfrentar esto, pero al leerla recuerdo el momento en que mi madre falleció, Dios trajo una tranquilidad a mi vida, por que ella ya descansaba, gracias por hacer este tipo de reflexiones. Dios los bendiga.
ME IMPACTA LA ENSEÑANZA DE RESPETA EL DOLOR AJENO,EL QUE SE SUFRE POR LA PERDIDA DE UN SER QUERIDO…LLORA CON EL QUE LLORA HOY ACABA DE MORIR UNA ANCIANA EN LA COLONIA VECINA Y BUENO NO LA CONOZCO Y NO SENTI PENA…PERO CON ESTO SE QUE DEBO IR A APOYAR A LA FAMILIA QUE ADEMAS ES MUY HUMILDE GRACIAS…COMO HASTA ACA LLEGA LA ENSEÑANZA DE TU MAMI LA GRAN MAESTRA …QUE DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO MANTENGA EN TI Y EN TODOS LOS QUE LE AMAMOS ESAS ENSEÑANZAS DIOS TE BENDIGA…..GRACIAS POR COMPARTIRLO TERE JIMENEZ DE VERACRUZ
Agradezco este testimonio ya que vista la pérdida de un ser querido con la presencia de Dios es una alegría y un gozo, reconfortó mi alma y estoy segura de que todo el que la lea sentirá paz y armonía en su corazón.
Que Dios los bendiga.
Araceli Lozano
que buena reflexión, esto esta a la medida, ya que el pasado 03-01-11 mi papa se fue a descansar y estar en la presencia de nuestro señor JESUCRISTO, con este testimonio te llena mas para seguir con DIOS PADRE, DIOS HIJO Y DIOS ESPÍRITU SANTO. QUE DIOS LOS BENDIGA A TODOS USTEDES
Que mujer mas bella su madre una mujer con mucha sabiduria realmente un gran tesoro que Dios les concedio tener alaben a Dios po haberles prestado ese angelito aqui en la tierra ,yo paso un caso similar mi papá esta postrado desde julio del 2010 tiene un fibrosis pulmonar solo estamos confiando en Dios gracias por este bello testimonio
Hermoso testimonio de obediencia a la palabra de Dios. doy gracias al Señor porque me mandó al mundo con una mujer con la sabiduría que el dio a su madre y comparto con usted sobre las enseñanzas y marcas que dejan en nuestras vidas. mi madre aún vive y gracias a Dios porque con sus ocho hijos, esposo, nietos, y bisnietos ella transmite esta gran enseñanza.
gracias a Dios que nos mantiene unidos en un mismo espíritu. les invito a seguir sus ejemplos y recuperar los valores que se están perdiendo, empezando con nuestra casa. FELICIDADES! y el Señor le bendice.
PRIMERO LE DOY GRACIAS A DIOS PADRE,EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO ,SU HIJO, POR LOS EVENTOS QUE ME HA IDO PRESENTANDO EN ESTOS TIEMPOS DIFICILES Y A PODER SOPORTAR TODOS ESTOS AÑOS,EL NO HABER PODIDO IR A VERLOS DESCANSAR EN EL SEÑOR,TENGO 32 AÑOS EN VENEZUELA, AQUI FUE DONDE CONOCI AL SEÑOR. ELLOS, MIS VIEJITOS DESCANSARON Y AUN ESTOY ESPERANDO PACIENTEMENTE EL IR A VERLOS A SUS LECHOS, DIGO YO PARA LLORARLOS ,ESPERO EN EL SEÑOR VIAJAR ESTE AÑO. ESTA ENSEÑANZA DE MI HERMANO,ME HA MARCADO GRANDEMENTE SABEN, NO SABEN CUANTO Y SOBRE TODOS LOS COMENTARIOS DE MIS HERMANOS EN CRISTO. DOY GRACIAS AL SEÑOR POR TENER LA DICHA DE PODER COMPARTIR ESTA PAGINA CON ELLOS, QUE EL SEÑOR JESUCRISTO, PROSPERE SUS CAMINOS.oscar.
que hermoso estas palabras, que bendicion tuvo al tener una madre tan hermosa, y que no hay como la enseñanza dada por ese ser que te trajo a la vida