Por JOSE YOUNG
Todos hemos de estar de acuerdo de que la madurez es una cosa muy
relativa. Juan, quien nació en un hogar evangélico y quien conoce
mucho de las Escrituras y de la vida cristiana, puede ser niño en
la fe todavía. Mientras Pedro, quien ha conocido a Cristo pocos
años, puede demostrar una madurez mucho mayor que Juan.
La realidad es que la madurez tiene muy poco que ver con la edad.
Son demasiados los creyentes de años que todavía se portan como
niños. Si "maduro" fuera equivalente a "anciano", entonces crecer
en la vida cristiana sería nada más que un esperar hasta que
tengamos mas años.
Pero tampoco hay una relación automática entre el conocimiento y
la madurez. El conocimiento es fundamental, y Pablo habla de
llegar al "conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto
(maduro), a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo"
(Efesios 4:13).
Pero el conocimiento solo no es suficiente. Hay
hermanos que conocen bastante la Biblia, pero se parecen muy poco
a Cristo. Y a la vez hay hermanos de muy pocas letras y poco
conocimiento, pero que se asemejan mucho a su Maestro.
Sin duda hay varios factores que entran en el proceso de la
madurez ®mayormente factores de experiencia® peor propongo que
uno de los principales es el sufrimiento. Es decir, como afirmó
Pablo: "Es necesario que a través de muchas tribulaciones
entremos en el reino de Dios" (Hch.14:22).
Es cierto que hay hermanos que enfatizan la "vida victoriosa", y
pareciera que en ella no hay lugar para el sufrimiento. Pero si
vamos al contexto bíblico, la vida victoriosa no es sin problema,
sino que sabe manejarse a pesar de tribulación y sufrimiento. Es
fácil tener una vida de gozo y paz durante un campamento, y
cuando todo marcha bien. Pero el creyente maduro es el que tiene
gozo y paz aún cuando todo el mundo se le viene encima.
Tampoco nuestro Señor fue exento de este principio. En uno de los
textos más extraños de la Biblia, leemos que "aunque era Hijo ,
por lo que padeció aprendió la obediencia" (He.5:8). Aunque era
Hijo, tuvo algo que aprender, y el sufrimiento fue parte integral
de ese aprendizaje.
Pablo nos da una exposición del principio en 2 Co.12:7-10.
Exactamente qué era el impedimento (aguijón en la carne) que
tuvo Pablo, no sabemos, aunque es muy probable que tuviera alguna
dolencia de los ojos. Pero lo importante es que el Señor no le
libró de ese sufrimiento, y Pablo reconoció que era para su bien.
Y aún fue al extremo de gloriarse en sus debilidades y
sufrimiento, porque reconoció que su debilidad dio lugar para que
el poder de Cristo obre en él.
Hay dos figuras que podemos utilizar para ilustrar el principio.
ambas comunes. La primera es la de pulir una piedra preciosa.
Muchas de las joyas de gran valor son reconocidas solamente por
los expertos en su estado primitivo. Parecen piedras comunes. La
única manera de darles su valor correcto es pasarlas por todo el
proceso de astillamiento, tallamiento, pulimiento. que en un
sentido las deforma, pero en el proceso cobran una forma mejor.
La aplicación a la vida cristiana es muy clara, y a la luz de esta
figura entendemos a Pablo cuando dijo: "Si sufrimos, también
reinaremos con él" (2 Ti.2:12).
La segunda figura viene de Juan 15 donde el Señor habla de podar
la vid. Y todos los que tenemos parra reconocemos la verdad de lo
que dice en el versículo 2. Cortar ramas sin misericordia no es
hacer daño a la parra. Al contrario, es la única manera de
asegurarnos una buena cosecha el año que viene. Pero eso implica
que cuando las cosas marchan muy bien, el Señor aplica las
tijeras a otro aspecto de nuestra vida, que necesita ser cortado
para que sea fructífero. El autor de Hebreos afirma algo parecido
cuando dice: "Porque el Señor al que ama, disciplina y azota a
todo el que recibe por hijo…¿qué hijo es aquél a quien el padre
no disciplina?" (He.12:6 y 8).
Ni pulir ni podar describen procesos agradables. El resultado es
positivo en ambos casos, peor el objeto sufre. La madurez
cuesta, y no hay "un camino ancho y fácil" que lleva a la vida
verdadera. Así es que Pedro afirma:"puesto que Cristo ha padecido
por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo
pensamiento: pues quien ha padecido en la carne, terminó con el
pecado, para no vivir el tiempo que resta en la carne, conforme a
las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad
de Dios". (1 P 4:1,2).
Es la luz de todo esto que podemos entender las afirmaciones
algo extrañas de Ro.5:3-5 y Stg.1:2,3. Hay cuatro cosas que estos
pasajes tienen en común:
Gozo. Lo que hace la prueba en nuestras vidas depende
completamente en nuestra actitud. El sufrimiento puede obligarnos
a buscar a Dios y confiar más en él, o al contrario, puede
llevarnos a encerrarnos más en nosotros mismos, a aislarnos de
él. Todo depende de nuestra actitud. Pero tengamos una actitud
positiva porque:
Produce. Produce cosas positivas, fruto del Espíritu Santo, que
no vienen de otra manera. Todo sufrimiento es una experiencia que
nos ha de llevar otro paso más hacia la madurez de un hijo de
Dios. Y segundo estos textos, la prueba produce:
Paciencia. La idea de esta palabra es de una persona que sigue
adelante a pesar de una carga que lleva. Se traduce varias veces
por "constancia". Hay creyentes en el camino que lleva hacia la
vida que van a un costado cuando tienen que enfrentar el
sufrimiento y esperan hasta que todo pase. Y muchas veces se
quedan allá un buen rato (Mt.13:21).
Pero la idea de la palabra
"paciencia" es que el creyente que enfrenta la prueba sigue
adelante a pesar de ella, y como resultado, cobra aun más fuerza
y aliento.
No hay camino fácil hacia la madurez, y el Nuevo Testamento
son explica con claridad el propósito y la necesidad del
sufrimiento en ese camino (note especialmente 1 Pedro). No se
sorprenda, entonces si en medio del camino le sobreviene algún
problema serio como si fuera cosa extraña, sino una cosa
recíbanlo con gozo. (1 P.4:12,13).
Es sierto, las pruebas cuando las asumimos y nos ponemos en las manos de Dios, por mas que duelan, cuando pasan, nos dejan a nuestra vida mas fe, paciencia y sobre todo es donde realmente conocemos el amor de nuestro Dios.
alcanzar la madures espiritual es un reto para nosotros los cristianos, dado que no solo es importantante conocer las escrituras en toda su maginitud, si no mostrar lo que tu conoces de ella a traves de tus actitudes sobre todo en las tribulaciones y demostrar el amor a Dios por cada situacion que El te permita pasar. la madurez es salir victorioso ante todas las dificultades con el amor de Dios.
DOY GRACIAS A DIOS POR TENERLOS EN INTERNET, ES DE MUCHA AYUDA PARA MI, PORQUE LOS LEO MIENTRAS TENGO UN TIEMPO LIBRE EN MI NEGOCIO, PREPARO UN ESTUDIO QUE COMPARTO CON LOS HNOS. QUE SESTOY DICIPULANDO. QUE DIOS LOS SIGUA BENDICIENDO GRACIAS
ALDO DE BS.AS.
dios los bendiga y gracias por que habece una no entiende por que pasan tantas cosas si cuando mas serca de mi señor estoy es como que fiese peor pero con el se pueden pasar todas las cosas y leo lo que me llega a mi correo y le doy gracias al señor por que ud estan justo para enseñar a dios sea la gloria por lo que hace y hara por misericordia que el señor bendiga sus vidas sus familias y puedan segir enseñando lo que uno no entiende por algo estan bendecidos por nuetro dios para trabajar en esta obra tan hermosa muchas gracias y otra vez muchas bendiciones
siempre hay que pasar por desiertos en nuestras vidas para conocer el verdadero dios que nos saca de toda dificultad y nos lleva hacer mas fuertes a confiar mas en el y que al final recibiremos bendiciones de parte de el y nos llevara de victoria en victoria pero todo sera en el tiempo de el y sera la voluntad de dios.