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Home » La Muerte » La noche viene

La noche viene

By Administrator  Posted on julio 28, 2008 In La Muerte 4 Comments
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 Por DAVID SOMMERVILLE

"Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto

que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar"

(Juan 9:4).

Nuestra vida es un día; un día que amanece, resplandece, llega a

su cenit, mengua, anochece y termina. Todo día anochece y

termina, y toda vida llega a su punto final. Mientras dure el

día, mientras haya luz, tenemos la oportunidad y la

responsabilidad de trabajar. Un día malgastado es un día perdido,

un día que nunca volverá. Una vida malgastada es una vida

perdida, una vida que nunca la tendremos más.

Debemos trabajar

mientras dure la luz del día, como vemos que aun nuestro Señor

Jesús tuvo su día, su vida en la cual hacer la voluntad del Padre

y cumplir la obra que su Padre le había dado que hiciese. todo lo

que hacemos por el Señor lo tenemos que hacer antes de que

nuestro día termine. Una vez terminado el día de nuestra vida no

hay más oportunidad de hacer lo que Dios ha puesto en nuestras

manos.

 Nuestra vida es nuestro día; y el día, mientras la luz

dure, antes de que atardezca, es el tiempo de estar ocupados en

el trabajo. Cuando nuestro día termine, luego habrá llegado la

hora del reposo. Para algunos será pronto, para otros demorará,

pero no es menos seguro para éstos que para aquéllos.

 
Con este pensamiento en mente, Pablo dice: "Pues si anuncio el

evangelio, no tengo por qué gloriarme; porque me es impuesta

necesidad; y ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!" Bien sabía

Pablo que su vida no era para que la siguiera según sus propios

criterios ni para sus propios fines, y por eso dice también:

"Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas

si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra,

no sé entonces qué escoger.]

 Porque de ambas cosas estoy puesto en

estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es

muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por

causa de vosotros. Y confiado en esto, se que quedaré".

Todo día anochece. Aun en la luz de nuestro día es bueno recordar

que el mediodía no es sino pasajero, y que todo día, por bello y

resplandeciente que sea termina en noche. Cuando más recordamos

que el día no dura para siempre, tanto más estaremos decididos a

hacer todo lo posible para cumplir la obra que Dios nos ha dado.

En una cierta ocasión, una bella tarde de verano, el escritor

escocés Tomás Carlyle salió de paseo al campo con el poeta inglés

Leigh Hunt. Mientras caminaban entre paisajes de noble grandeza y

exquisito encanto, atardeció, salieron las estrellas y la noche

les envolvió en su negro manto de terciopelo. Los dos hombres

contemplaban la bóveda del firmamento, salpicada de estrellas;

luego el poeta cuya alma los astros le hablaban de paz,

contentamiento y amor, exclamó: "¡Dios, el Bello!".

Precipitadamente Carlyle prorrumpió: "¡Dios es terrible!" Y ambos

tenían razón. La noche es bella, como Dios es bello; la noche es

terrible, como Dios es terrible. Pero el cristiano verdadero, si

le teme a la noche, la teme no porque le inspire miedo, sino

porque quiere que no llegue antes de que haya podido cumplir la

obra que Dios le ha encomendado.

El mismo Carlyle dijo que el hombre valiente se preocupa por un

solo aspecto de la felicidad: que tenga la felicidad necesaria

para poder hacer dy cumplir su obra. Al sabio, lo único que le

puede hacer descontento es no poder trabajar, el no poder cumplir

el trabajo y el destino que Dios ha trazado para él. Alguien ha

escrito: "Me digo a mí mismo: ¡Produce! ¡Produce! Aun cuando no

sea más que la parte más pequeña e insignificante de un Producto,

que yo la produzca en el nombre de Dios!" Salomón dice: "Todo lo

que te viniere a la mano hacer, hazlo según tus fuerzas".

Para el que ha trabajado, la noche trae su descanso, su reposo,

su tranquilidad, su contentamiento. La noche esta serenamente,

como el reposo de un niño. La noche que sigue a un día de trabajo

bien hecho jamás es cosa horrenda.

La noche es triste sólo para

el que por pereza ha malgastado el día. La noche de la vida es

amarga no sólo para el creyente que ha pasado su vida en

trivialidades, en buscar sus propios placeres y comodidades, y

llegando al fin de ella, cuando ya el tarde, se da cuenta de que

no ha producido para Dios. Para la vida llena, completa -como la

de Abraham, de quien dice la Biblia que murió lleno, lleno de

días y lleno de contentamiento -le consuelan las palabras de

nuestro Señor cuando dice: "No se turbe vuestro corazón; creéis

en Dios, creed también en mí.

En la casa de mi Padre hay muchas

moradas; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a

preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar,

vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy,

vosotros también estéis".

La noche viene y con ella el contentamiento para el que ha

trabajado bien y diligentemente.

Hay una sola manera de prepáranos para la noche; tenemos que

trabajar. Esto es lo que quiere decir nuestro Señor con las

palabras: "Es necesario hacer las obras del que me envió, entre

tanto que el día dura; la noche viene cuando nadie puede

trabajar". Un buen día de trabajo termina en una buena noche de

descanso. El sabio oye estas palabras del Señor, las guarda en su

mente, las mantiene delante de sus ojos; pero sobre todo, las

graba en su corazón.

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Reflexionando sobre la muerte

4 thoughts on “La noche viene”

  1. oscar diaz gonzalez dice:
    julio 29, 2008 a las 9:53 pm

    gracias por mandarme este correo y los demas me gustan mucho y los puedo utilizar en algunas enseñanzas que doy en mi iglesia local, que el Señor les bendiga gracias

  2. abraham vergara dice:
    agosto 10, 2008 a las 1:24 pm

    gracias por estos estudios
    que siempre nos asen refleccionar
    que Dios los bendiga ricamente

  3. Maria Sonia dice:
    agosto 12, 2008 a las 8:11 pm

    Les agradezco por esta reflexion, creo que me va ayudar muchisimo, que Dios los bendiga y espero recibir más de ellas. Sonia

  4. Ever castro dice:
    septiembre 5, 2009 a las 12:28 pm

    Gracias por este mensaje son palabras de ciencia

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