Por MERVIN BRENEMAN
Vivimos en un mundo que está cambiando rápido, y parece que los cambios suceden cada vez más rápido. La tecnología ha cambiado nuestra manera de vivir. Estamos llegando al tiempo cuando el que no sabe manejar una computadora es casi analfabeto. Igualmente rápido se han cambiado las costumbres sexuales, las modas de vestidura y de música. Parece que los cambios políticos suceden aún más rápido. Hace dos o tres años ¿quién hubiera pensado que toda Europa oriental y Rusia cambiarían su postura cerrada al marxismo y se abrirían a influencias de todo el mundo?
Como iglesia vivimos en este mundo cambiante. ¿En qué medida debemos aceptar y absorber estos cambios? y ¿en qué debemos insistir en lo permanente del mensaje evangélico? Las varias respuestas a este interrogatorio causan muchas tensiones dentro de la misma iglesia. Jesús dijo que estamos en el mundo pero no somos del mundo.
¿En qué cosas debemos ser flexibles a los cambios y qué cosas debemos rechazar? Vivimos una tensión entre el peligro, por un lado, del aislamiento que degenera en estancamiento, sin evangelismo, y por otro lado, un sincretismo que pierde el mensaje evangélico distintivo y resulta siendo un humanismo.
En el Antiguo Testamento vemos cómo Dios trató con su pueblo durante un tiempo largo; de Abraham hasta Malaquías son quince o dieciséis siglos. Los cambios en aquellos tiempos no eran tan rápidos como ahora, pero hubo cambios.
El propósito de este estudio es analizar estos cambios y ver cómo reaccionó Israel para ver qué pautas y qué principios podemos aprender, porque Dios es el mismo y Dios nos dio la Biblia, su revelación, para que aprendamos de ella.
LOS CAMBIOS EN TIEMPOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Cambios políticos
Dios trató con su pueblo bajo muchas diferentes condiciones políticas. Abraham vivía a la orilla de la población sedentaria de Canaán que tenía un tipo de feudalismo. En Egipto, el pueblo estaba sujeto a los Faraones y terminó siendo un pueblo oprimido en esclavitud. Cuando Dios los liberó vivían como tribus y clanes semi-nómadas en el desierto. Después de la conquista de Canaán, todavía su organización política era tribal.
Luego, en la monarquía hubo un gobierno más centralizado. En algunas épocas Israel dominaba los pueblos vecinos y controlaba las rutas internacionales de comercio, como en el tiempo de Salomón. Más tarde, vinieron a ser vasallos de los imperios grandes de Asiria, Babilonia y Persia. Otra vez en el cautiverio perdieron su libertad. En la época pos-exílica los judíos formaron un pequeño pueblo centrado en el templo y en la ley (las Escrituras); ya no era un pueblo independiente. Así era también en el tiempo de Jesús. En todo esto vemos que Dios obra y lleva adelante su plan redentor en muchos diferentes sistemas políticos.
Cambios culturales
Igualmente Israel vivía en medio de pueblos de muy diferentes costumbres. Primero, los patriarcas vivían en Canaán y su pasado en Mesopotamia les dejó una herencia cultural. Después, en Egipto, vivían en medio de costumbres bastantes diferentes. Luego, en Canaán de nuevo, sus vecinos cananeos dejaron su influencia en el pueblo de Israel. En el cautiverio, vivían en Babilonia y en el tiempo pos-exílico vivían en medio de pueblos muy sincretistas.
Cambios éticos
Todos los otros cambios produjeron cambios en el ambiente referente a la ética: ¿Qué conducta es correcta? y ¿qué costumbres o hechos están condenados? En el tiempo de Abraham, sabemos que era una costumbre legalmente establecida que si una esposa no daba hijos al esposo, ella podía darle a su esposo una criada para levantar hijos. Era tan importante tener un heredero. Así, hicieron Abraham y Sarah. Pero, si la ley de una nación acepta una práctica, ¿esto hace que sea legítima para el creyente?
Aquel contexto nos ayuda a entender lo que Abraham hizo, pero no lo justifica referente a la ética bíblica.
La vida de Israel en Canaán presentó otro ambiente ético, pues la prostitución sagrada y otros abusos sexuales eran comunes. Más tarde en el tiempo de Amós e Isaías podemos hablar de una pequeña revolución industrial que hizo la economía más complicada. En esta situación, los profetas vieron que hacía falta una nueva aplicación de los principios éticos que Dios había dado.
Cambios cúlticos
También podemos ver cambios en el culto a través de los quince siglos. En el tiempo patriarcal, el culto a Dios era responsabilidad de la familia. Luego en Sinaí, Dios dio instrucciones para los sacrificios y la adoración mediante varios ritos de todo el pueblo. El libro de Levítico no habla de música con los ritos. Pero, más tarde David organizó a los levitas en orquestas y coros para ayudar en la adoración a Dios. Los Salmos indican el lugar importante de la adoración en la nación de Israel. La adoración a Dios era el «hacedor» del mundo de Israel. Les enseñó la grandeza de Dios y los valores que el pueblo debía seguir.
Cuando se dividió el reino, Jeroboam puso un culto sustituto, en el Reino del Norte, para que su gente no subiera a Jerusalém. El no negó el yahvismo, dijo que seguían adorando a Yahvé, pero a la manera que él diseñó. Lo malo de lo que hizo Jeroboam era que sujetó su decisión religiosa a la conveniencia política. Es decir, sujetó su «teologizar» a su opción política. Es una tentación muy sutil también en nuestra época. ¿A qué opciones o consideraciones sujetamos nuestras decisiones religiosas? El compromiso con Dios va primero, las otras decisiones deben estar sujetadas a nuestra obediencia a Dios. Cualquier otro orden resulta en idolatría.
PAUTAS Y PRINCIPIOS QUE EL ANTIGUO TESTAMENTO NOS ENSEÑA
Así no somos los primeros que tenemos que aplicar la revelación de Dios a situaciones de cambio. El pueblo de Dios siempre tuvo que enfrentar los mismos dilemas y desafíos. El mismo Dios que dirigió su pueblo en el Antiguo Testamento es nuestro Dios. Su revelación es para nosotros. Queremos ver qué ayuda encontramos en el Antiguo Testamento para nuestras decisiones hoy. Señalaremos cinco áreas en que los cambios nos pueden afectar y en cada área veremos algún ejemplo de lo que el Antiguo Testamento nos puede enseñar. Uno podría buscar más ejemplos; el tema merece una investigación más extensa. Aquí solamente queremos introducir el tema. Cada lector puede buscar más ejemplos y cuál sería su aplicación hoy.
Costumbres culturales
La cultura israelita del Antiguo Testamento parece muy alejada de la nuestra. Algunas costumbres nos extrañan, y algunas leyes que tienen que ver con costumbres nos sorprenden. Vemos que los israelitas aceptaron muchas costumbres de su ambiente. Para empezar, el idioma hebreo es casi idéntico al cananeo. Los israelitas tomaron el idioma del pueblo donde vivían.
Muchos de los sacrificios tienen los mismos nombres que tenían en los ritos cananeos. Por supuesto, en Israel el significado de los sacrificios era diferente.
Hace unos años se encontraron en Siria unos textos escritos de poesía que adora a los dioses cananeos, Baal, Anat, Astarté, Asera. Estos textos ugaríticos, de 1400 años antes de Cristo, son muy semejantes en forma a los Salmos de nuestra Biblia. La conclusión es que los hebreos tomaron formas de poesía y música de sus vecinos cananeos y las usaron para adorar a Jehová.
Por otro lado, el Pentateuco contiene prohibiciones tajantes contra algunas costumbres, como consultar con un hechicero o buscar hablar con los muertos. La ley prohíbe, «cocinar un cabrito en la leche de su madre».
Parece que en Canaán había un rito así con supuestos poderes mágicos para traer lluvia. La ley prohíbe toda prostitución sagrada, sacrificio de niños, astrología y toda forma de magia.
¿Qué principio o criterio se usaba para decidir si una costumbre podría aceptarse o no? Al estudiarlas es evidente que cualquier costumbre que chocaba con las creencias básicas de Dios fue rechazada. La manera de ver las cosas (o cosmovisión) que Dios iba enseñando a Israel (Dios es uno, es creador, el hombre hecho a la imagen de Dios, Dios es personal, hace demandas éticas, es misericordioso, etc) fue el factor decisivo en la decisión de aceptar o rechazar una costumbre. Nos ayuda hoy día: La costumbre de un pueblo o una cultura no es más sagrada que la de otra gente; pero si tal costumbre atenta contra el señorío de Dios o contra la óptica (la cosmovisión) que la Biblia enseña debe ser rechazada.
Por supuesto, hay costumbres en el Antiguo Testamento que nos cuesta explicar. En cuanto a la reacción de Israel frente a las costumbres de las gentes vecinas podemos ver tres categorías:
1) Los israelitas aceptaron y afirmaron algunas costumbres de su ambiente (la familia, el idioma, la música, etc), pues no chocaban con su fe en Dios.
2) Rechazaron algunas costumbres porque claramente chocaban con su cosmovisión enseñada por Dios (el politeísmo, la idolatría, prostitución sagrada, hechicería, la magia, etc.)
3) Algunas costumbres las toleraron pero con crítica con el resultado que el pueblo iba cambiándolas (ejemplos pueden ser la esclavitud y costumbres de guerra).
La aplicación de principios éticos
Los Diez Mandamientos señalan los principios éticos básicos de la ética bíblica. Es interesante ver cómo fueron aplicados en las varias épocas. Las leyes específicas de Ex. 20:23; 23:33 y mucho de Levítico y Números son aplicaciones de estos principios a una situación particular.
Más tarde, en el tiempo de Amós, Oseas, Miqueas e Isaías vemos que la organización política, la economía y muchos elementos de la cultura habían cambiado en Israel. Los profetas vieron que los «buenos» israelitas que cumplían bien las leyes del Pentateuco en forma legalista, asistían a los cultos y hacían sus sacrificios, realmente estaban quebrantando los mandamientos de no matar y no robar por medios indirectos. Lo estaban haciendo por manipuleos económicos. ¡Ay de los reposados en Sion…y no se afligen por el quebrantamiento de José» (Am 6:1-6). «No revocaré su castigo; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos» (Am 2:6). En otras palabras, los que tenían el dinero y el poder, acumulaban más a expensas de los pobres y sin preocuparse por los necesitados. Por eso Dios tenía que castigar toda la nación.
Si la mayor complejidad de la sociedad en los días de Amós requería tal aplicación nueva de los principios éticos revelados por Dios, cuánto más la complejidad de nuestra sociedad mundial nos desafía a trabajar la aplicación de estos mismos principios éticos a nuestra vida y a nuestra sociedad!
El culto y la adoración
Vimos que la forma y la organización del culto en Israel iba cambiando durante los siglos del Antiguo Testamento. Vimos los peligros de sincretismo cuando sujetamos la adoración a Dios a cualquier opción política y otra cosa. Nos llama la atención que en el Decálogo, que es el resumen de la ética, los primeros mandamientos tienen que ver con nuestra adoración a Dios. Si realmente amamos a Dios y le adoramos cómo él quiere (no con ídolos, ni juramentos falsos, etc.) cumpliremos los demás principios éticos. El culto de adoración a Dios es el «hacedor» del mundo del pueblo de Dios. Moldea nuestros valores. La única percepción que muchos tienen de Cristo o del evangelio es lo que reciben en el culto.
El uso de las Escrituras
Los pactos en el mundo antiguo fueron escritos y tenían autoridad «canónico». La relación entre Dios y su pueblo se expresó en esta misma forma. Parte del Exodo y todo el libro de Deuteronomio son escritos del pacto. Desde tiempos tempranos los israelitas respetaron la autoridad de la Ley. Cuando hubo avivamientos, la Biblia a menudo habla de una renovación del pacto con Dios. Cuando llegamos a la reforma de Josías (621 a.C.) y el tiempo de Esdras (458 a.C.) es muy claro que el pueblo entendió que estos escritos llevaban la autoridad de Dios.
Cristo y los apóstoles también enseñaron la completa inspiración y autoridad de las Escrituras. La historia indica que cuando iglesias dejan esta ancla, su fe e influencia para Dios no duran mucho. En un mundo cambiante es preciso recordar que toda la Biblia hace claro que nuestra única autoridad de fe y vida es la Biblia. Vale escuchar lo que Jesús dijo a los saduceos: «¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?» (Mr 12:24).
La misión del pueblo de Dios
El Antiguo Testamento enseña mucho sobre la misión del pueblo de Dios. En el pacto con Abraham, Dios muestra su propósito en llamar a una nación: «Serán benditas en tí todas las familias de la tierra» (Gn 12:3). Mucho del Antiguo Testamento da la impresión que se ocupa sólo de los israelitas. Es cierto que el pueblo se ensimismó mucho y olvidó su misión
Pero se encuentran vistazos de la visión misionera en muchas partes, en los Salmos, Jonás y muchos mensajes proféticos.
Quizá el mayor impacto misionero del pueblo judío entre los gentiles vino en el período intertestamentario, en lo que se llama la Diáspora, cuando los judíos estaban esparcidos a través de todo el imperio romano. En muchas ciudades había sinagogas y en el Nuevo Testamento vemos que muchos de los gentiles fueron atraídos al monoteísmo de los judíos.
Ya estaban desilusionados con las religiones paganas.
Cuando Pablo predicó en las sinagogas, muchos que creyeron eran «griegos piadosos» que eran gentiles que no se hicieron judíos pero se adhirieron al monoteísmo judío. Dios usó esto para establecer las iglesias a través del imperio romano.
Aquí vemos una enseñanza para nuestra misión – la misión encarnacional. Los judíos tenían más impacto misionero cuando fueron a vivir entre los pueblos. Jesús dijo, «Id y haced discípulos» Tenemos que «ir» y «vivir» con la gente en una misión encarnacional aun en un mundo tan cambiante como es nuestro mundo hoy.
La manera en que Dios trató con su pueblo a través de los siglos nos ayuda ver lo permanente y lo cambiable. Muchas costumbres cambian, la música cambia, las modas de vestidura, la tecnología, los medios de comunicación; pero también tenemos anclas que no cambian: la persona de Jesucristo, el Evangelio mismo, los principios éticos que Dios reveló, la misión que Jesús dio a sus seguidores.
Su aplicación a nuestras vidas y nuestras iglesias es el quehacer teológico de todo el pueblo de Dios para toda la vida, bajo la autoridad de las Escrituras y la dirección del Espíritu Santo.
Creo que el Nuevo Pacto no es ni Unilateral, ni incon
dicional. En el A.P. Dios estaba «con los hombres»; en el N. P. Dios está «en los hombres».
«Si (cond.) permanecemos en Su Palabra, somos
verdaderamente Sus D. >conoceremos la Verdad,
y esto nos hará Libres…de pecar» (Jn.8:31-32).
«Si (cond) oímos Su voz y le seguimos-le imitamos:
nos conoce, nos da vida eterna, no pereceremos jamás, nadie nos arrebatará de su mano» Jn.10:27s.
¡El N. Pacto es Bilateral, Condicional; no somos robots!
Maranata. Manuel.
es claro que el antiguo pacto influencio el la vida personal de cada hombre o mujer en mirar mas la forma como el creador del universo, poseia un plan personal mostrado por los hombres que estaban dedicados a la enseñanza de la escritura sin desvirtuar que era necesario cambiar y obedecer las leyes establecidas por DIOS.
Dios le bendigas a todos por esta wed,muyy buena todo los continido.felicitaciones,