1910 – 1911
Estos dos años fueron de intensa actividad en la vida de Nicolás; pero ¿hubo acaso alguna época en que su vida no fuera de acción sostenida? Al comenzar 1910, últimos meses de su permanencia en el noroeste, conoció a Alfredo Jenkins, a quien acompañó en una gira por Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero y Córdoba. Jenkins fue uno de los más grandes predicadores de origen británico en nuestro país. Era muy estudioso, tenía el don nato del orador, aprendió a hablar correctamente el castellano y atrapaba a los oyentes con su vibrante mensaje.
Llegados a Córdoba, Nicolás persuadió a Jenkins que lo acompañara visitando las localidades de la línea a Rosario. Para este tiempo en Villa María y en Bell Ville se predicaba el evangelio regularmente. En la primera localidad Jenkins predicó el evangelio en la Biblioteca Bernardino Rivadavia, y en Bell Ville fueron invitados los estudiantes normalistas, que escucharon con mucha atención el mensaje. Dos acontecimientos notables para su época.
Pero queremos hacer notar que la actividad de Nicolás no era un obstáculo para que él dispusiera todos los días del tiempo necesario para la lectura y el estudio de la Biblia, y la oración. En realidad, siempre encontró una Escuela Bíblica en cada lugar en que estuvo.
Su formación doctrinal y espiritual se debió a los grandes maestros con los que convivió: Payne, Clifford y Langran, sus más constantes maestros, y además aquéllos con los que frecuentemente trabajaba, como Rowdon, Furniss, Jenkins, el matrimonio Martin-Spooner, y personajes tan destacados como Mr. Ewen al que conoció de muchacho y del que tan gratos recuerdos tenía, o Mr.Carlos Torre, un héroe de su juventud por quien tenía un respeto y admiración inmensa. Sin dudas, Torre, con su extraordinaria actividad pastoral y evangelística, debe ser considerado como uno de los instrumentos más utilizados por Dios en la obra del Buenos Aires de aquellos tiempos.
Jenkins volvió a Córdoba desde Bell Ville, y Nicolás continuó hasta Rosario, a donde había sido invitado por Jorge French para ayudar en la obra allí. French había contraído enlace con una de las hijas de los Spooner, y con ellos se alojó Nicolás, encontrando también allí una escuela del Señor para su preparación. La concentración del trabajo era en la ciudad de Rosario, pero colaboraban visitando Villa Constitución y San Nicolás, y eventualmente Villa María y Bell Ville.
Participar de la obra entre los marineros en Rosario, fue una experiencia muy valiosa, pues pronto comprendió que había sido inconcebible la predicación de un evangelio ortodoxo, pero seco. El evangelio tiene que estar impregnado del amor de Dios, debe aprenderse a amar y servir al prójimo y no solamente a predicar correctamente. Esto no era una novedad para Nicolás: ya lo había vivido junto a Payne, Clifford, Langran, Rowdon y Furnis.
A veces nos preguntamos por qué el evangelio encontró entonces tan rápidamente eco en tantas personas, en cada lugar en que se lo predicaba; y es obvio que era por la actitud solidaria de aquellos misioneros, que habían aprendido a vivir como el mismo Señor lo había hecho: identificándose con quienes los rodeaban. Ninguno de ellos era rico, pero siempre estaban dispuestos a compartir con los demás lo que tenían, cuando veían sus necesidades.
No era que se dedicaran a realizar «obra social», era que naturalmente no podían sino sentirse solidarios con la pobreza o necesidad del prójimo, sirviendo con autenticidad. La simpatía, humildad, franca generosidad y espíritu de servicio de Nicolás Doorn, llegaron a ser un aspecto destacado de su personalidad, ya que supo asimilar las virtudes de los hombres con los que le tocó convivir desde su juventud.
¡Qué lección para las iglesias que hoy sienten recelos cuando se menciona la responsabilidad social de la iglesia! Pero una comunidad cristiana que no siente la demanda del compromiso social, ha perdido la sensibilidad que tuvo Cristo, y de la que toda iglesia debiera tener conciencia. No dudamos que el objetivo inmediato es espiritual, testificando de Jesucristo; pero este testimonio del Señor consiste por igual en predicar el evangelio, y vivir la vida de abnegación, entrega y servicio que vivió el Maestro.
1912 – VIAJE A INGLATERRA
Guillermo Payne había recomendado a Nicolás que fuera a Inglaterra. Él mismo iba a realizar un viaje en 1912, y le sugirió que de alguna nanera tratara de viajar en alguna oportunidad próxima. Nicolás pensó que sería conveniente hacerlo cuando su amigo estuviera allí. Comenzó entonces a buscar la forma más práctica, que pronto se le ofreció en la ocasión de hacerlo como mozo del comedor y bar de un vapor.
Y a comienzos de 1912 estaba navegando rumbo al viejo mundo, del cual había venido siendo apenas un niño. Había tenido oportunidad de practicar bastante el inglés, con los numerosos amigos misioneros de Gran Bretaña con quienes estuvo en contacto directo desde los 14 años. Por supuesto que hablaba castellano como un criollo, pero había olvidado el holandés que era el idioma de cuna, y que se habló en su casa durante su niñez.
Aprovechó especialmente este viaje para practicar inglés con los pasajeros. De manera que se sentía bastante seguro cuando arribó a su destino. Siempre recordaba la indignación que le produjo cuando al concluir su viaje fue llamado por la Administración de la nave, para pagarle sus haberes, de los que se descontaban gastos de comida, y le ofrecieron ¡diez peniques!, algo así como un peso con cincuenta centavos de hoy, o menos aún. Con gran dignidad los rechazó, donándolos para la empresa naviera.
Luego comenzó a pensar con gran preocupación, qué haría en una nación desconocida, y casi sin dinero. Tenía algunas direcciones, a las que recurrió. Y pronto comenzó a encontrarse con creyentes que lo recibieron cariñosamente, y su vida se fue organizando con el consejo y la ayuda de estos hermanos en Cristo. Experimentó la bendición inexpresable de pertenecer a la familia de Dios, una familia que no permite que nos sintamos extranjeros en ninguna parte. Verdaderos hermanos, y padres y madres e hijos. Por supuesto, que aunque nunca supo nada concretamente, podía imaginarse que su padre espiritual, Guillermo Payne, había confiado a su hijo al cuidado de determinados hermanos en Londres, y en otros lugares de Gran Bretaña que tuvo la oportunidad de conocer.
Allí, en Londres concurrió a la Escuela Bíblica de Huntington Stone, lo que representó una gran ayuda en la metodología del estudio bíblico, en la introducción al estudio de materias bíblicas, y en el adiestramiento en el manejo de libros. Eran tiempos en que había pocos libros evangélicos de teología o Biblia en castellano, así que para Nicolás fue una gran bendición haber llegado a manejar fluidamente el inglés. Recibió instrucción en Asistencia Social, en primeros auxilios, y concurrió a un hospital para practicar la extracción de muelas. Es claro que ésto no tenía aplicación en la Argentina, pero estaba en el plan de instrucción y lo aceptó.
En una oportunidad el dentista le estaba haciendo una demostración, disimulando la condición de Nicolás como la de un practicante neófito, y cuando el profesional entró a realizar la extracción de la muela, la enferma protestó – ¡No! usted es un aprendiz, yo quiero que me saque la muela el doctor – mientras señalaba a Nicolás, que impecablemente vestido estaba observando, y azorado escuchaba el reclamo de la paciente.
Asistió a la Conferencia Misionera en Blackburn, donde tuvo la inmensa alegría de encontrar a su querido amigo Payne. Tuvo el honor de hablar en esta oportunidad, dando un informe del trabajo en la Argentina, revistando como misionero en paridad con el resto de los británicos que servían al Señor en distintos países. Recibió donaciones que le permitieron disponer con más holgura de dinero para sus gastos, y para comprar libros.
De las relaciones surgidas de esta Conferencia Misionera, recibió invitaciones para visitar iglesias en Escocia, Gales e Inglaterra, en donde le pedían que contara acerca de la obra del Señor en Argentina, y que predicara.
Y fue una experiencia muy importante verse en la obligación de tener que expresarse públicamente en inglés.
Antes de regresar a la Argentina, había cultivado la amistad con numerosos hermanos, conocido a muchas iglesias, descubierto un mundo desconocido y disfrutado del amor fraternal en las iglesias que visitó, en las que siempre fue recibido con simpatía y cariño. Había recibido además instrucción académica en Biblia y Teología, lo que le daba una visión nueva del manejo de las Escrituras. Por último, recibió donaciones que le permitieron adquirir un pasaje de regreso en un vapor de carga. Y aquel joven que asustado, prácticamente sin dinero y con una pequeña valija había arribado a Londres, era ahora un pasajero, con algunas divisas en los bolsillos y valijas llenas de regalos recibidos de los hermanos británicos.
El primer destino del barco fue Amsterdan. ¡Magnífico! Visitaría su Holanda natal. La demora del barco fue de más de una semana, así que pudo visitar iglesias en Amsterdan y Rotterdam, y aunque era holandés, solamente pudo predicar en inglés con intérprete. Fue una experiencia muy emocionante la de su visita a Holanda, que siempre recordaba con gratitud a Dios, a quien atribuía haberle otorgado tantas bendiciones como las que había recibido en este memorable viaje.
Yo siento en el corazon de servir a otras personas y cada vez que tengo la oportunidad lo hago,pero las personas a veces hacen daño,por supuesto las que no tienen a Cristo en su corazon,por eso necesito fortalecerme espiritualmente para que esas cosas no me debiliten.Gracias a mi Dios por todas las bendiciones y misericordias.
hace algún tiempo escuché algunas predicas cristianas de cash luna y hay una que me dejó tremendamente impactado. Bueno; fue una gran advertencia para mí que lo sigue siendo todavía
REAMENTE LA IGESIA CHILENA HOY HEMOS PERDIDO LA DIRECCION DEL AMOR ,LA PRIORIDAD HOY ES CUANTO GANO AL MES,ENTONCES SIRVO A DIOS ,PORQUE EL OBRERO ES DINO DE SU SALARIO
formidable y estraudinario cuando ponemos nuestra confianza en Jehova el nos otorga todo lo que necesitamos y nuestro compromiso como cristianos es compartir la palabra y nuestros bienes a los necesitados por que la recompesa es tener a jesucristo a nuestro corazon bendiciones hermanos
Gloria a Dios en las altura que realmente, nos ilumina el camino por donde andamos, habré puertas y dispone todo lo necesario para llevar su palabra a todo lugar. muy buen relato me parece fascinante leer estos testimonios.