UNA REFLEXION DEDICADA A MIS HERMANOS EN CRISTO
por ANA ANGELI
Compromiso. El diccionario dice: «Obligación contraída, palabra dada, fe empeñada».
Hace poco tiempo escuchaba a Humberto Volando, Presidente de la Federación Agraria Argentina, gremialista auténticamente representativo de las bases y argentino por excelencia, que en un fuerte, veraz y emotivo discurso, reclamaba al numeroso público que lo escuchaba que se comprometieran con el presente y el porvenir del país.
Trabajando con gremialistas docentes de base, coincidimos en la necesidad de educar para la liberación.
Militando en asociaciones defensoras de los derechos humanos proclamamos la reinvidicación de las dignidades del hombre y la recuperación de la justicia.
Interviniendo en la dirigencia política luchamos por el respeto a las instituciones democráticas y al cumplimiento de las promesas preelectorales.
Y hoy me pregunto Dios:
¿me comprometo como cristiano?
¿Estoy haciendo lo suficiente para cumplir con lo que manda La Palabra?
¿No estoy resultando un tibio cristiano que se conforma con proclamar su fe en Dios, acude a las reuniones, aporta o no su diezmo, lee la Biblia pero deja mucho que hacer por el prójimo necesitado, por la reinvidicación de los marginados, por la defensa de las causas justas, por los crímenes impunes, por el trabajador mal remunerado, por el indio desposeído de su tierra, por el que no tiene acceso a la salud, a la educación o a la vivienda?
¿Estoy haciendo algo por los niños de la calle, por las mujeres maltratadas, por los discapacitados con carencias espirituales o materiales?
¿Estoy interviniendo en los reclamos por la falta de honestidad en las más altas esferas del gobierno y la sociedad? ¿Estoy trabajando activamente en contra de la corrupción?
¿Estoy tratando de concientizar en lo que a mí compete en que consiste el respeto a las dignidades humanas desde el punto de vista bíblico? ¿O fué Jesús acaso un pacífico pastor de almas?
Para su época, fue combatido como un verdadero subversivo. Lideró a multitudes proclamando justicia y dignidad en nombre de Dios entregó su vida en defensa de la nuestra.
Si todo esto no nos alcanza hermanos para jugarnos como cristianos de verdad, será porque no merecemos llamarnos así.
Aceptemos humildemente la voluntad de Dios para con lo que nos toca pero no nos quedemos tranquilamente esperando que alguien aporte lo que nosotros no aportamos. El Señor hará sólo lo que no esté a nuestro alcance. Pidámosle ayuda a El para ser verdaderos servidores suyos aquí en la tierra en que vivimos y démosle gracias por eso.
Excelente Reflexión Dios les continúe bendiciendo.
El deber del Siervo. Lucas Capitulo 17. Verso 10: Así tambien vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervo inútiles somos, pues lo que debiamos hacer, hicimos.
esto ha sido de bendicion para mi vida pues un reto que planeo cumplir, en este moemento me encuentro cambiando de trabajo y el señor me revela que tengo que adquirir compromisos y que debo de ser reponsable donde me encuentre.
Gracias y bendiciones a quien escribio esta maravillosa palabra
Excelente reflexión k nos hace crecer cada vez más ante Dios.
Gracias y k Dios los bendiga.
Hermosa palabra la de ¨compromiso¨y tan poco llevada a la practica,pongamosla en juego y tomemos los compromisos sobretodo con la obra de nuestro Señor,q el Señor les bendiga a todos desde Gran Canaria (ESPAÑA)
hoy hay mucho jueguito a la iglesia por la carencia de compromiso lo cual va pegadito ala obediencia el señor permita que los que leemos esta confrontativa palabra nos lleve a la accion de la misma compromiso(colombia)
Realmente el compromiso que DIOS quiere de parte de nosotros es algo como obligacion por amor con el corazon con todas tus fuerzas y tu alma . Esto es algo que yo realmente no hago estamos tan dados a dejar las cosas pasar y todo lo pensamos mas no actuamos enseñados a no esforzarnos para obtener un compromiso exelente . De verdad que esto me ha quedado trabajando.
Dios lo bendiga hermano, es hora de accionar, hay muchos que estan muriendo sin cristo, entonces donde esta nuestro trabajo, donde esta el sacrificio de jesus en la cruz,danzamos y adoramos, decimos enviame a mi, y no vamos ni a la esquina a llevar el mensaje. y el fundamento de llevar el evang a todo el mundo, y el de compartir con los demas lo que Dios nos ha dado.
perdoneme es lo que siento en esto momentos.amen.
Es, sin duda, una buena reflexión para quienes no están comprometidos con su fe y requieren de palabras fuertes para sacarles de la vida ociosa.
Sin embargo, CUIDADO, ya que roza la teología de la liberación que llevó a algunos a dejar la biblia para coger las armas.
Entendamos algunas cuestiones:
1. Éste mundo, condenado por nuestro pecado, no será de nuevo un paraíso de justicia hasta que Jesús el Hijo de Dios vuelva a la Tierra para gobernarla durante el milenio. Apocalipsis 20.1-4.
2. ¿Quiere ésto decir que debemos olvidarnos de la justicia y del derecho? Por supuesto que no. La Biblia entera nos llama a la defensa del bien y a combatir el mal. Pero como siervos de Dios, no como enemigos de los hombres, ya que nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las reginoes celestes. Efesios 6.12.
No debemos luchar contra las personas que gobiernan, sino contra los espíritus que gobiernan a las personas.
3. No generalicemos. Porque toda generalización es mentira.
¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia. Romanos 11.2-5
Por consiguiente, llevemos nuestra reflexión algo más profundamente. Animemos a quienes no hacen lo que deben hacer a que lo hagan. Pereo reconozcamos que la Iglesia del Señor es Santa y pura, aunque a aglunos no se lo parezca.
No encontrarás muchos pasajes en la Biblia en que Dios juzge mal a su Iglesia, ni la critique. No lo hagamos nosotros.
Crezcamos y maduremos en nuestro modo de apreciar nuestro entorno.
Aunque comprendo profundamente la desolación que causa la injusticia cuando es vista y «parece» que nadie hace nada al respecto, soy consciente de que no estoy sólo en la lucha. Hay muchos cristianos sinceros repartidos sobre toda la faz de la Tierra, que no sólo están poniéndose en la brecha por los que sufren, (Ezequiel 22.30) sino que lo hacen aún a riesgo de sus propias vidas. Honrémosles y no le quitemos el honor porque otros no hagan lo que deben.
Dios les bendiga
Este mensaje ha sido para mi un llamado a la reflexion en estos momentos que estoy pasando de angustia por la cual no estoy haciendo nada para el Señor. Gracias