APOCALIPSIS 1.1 3
La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la Palabra de Dios, y el testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.
Ya hemos mencionado cómo en los Evangelios, Hechos y Epístolas, hallamos que el Hijo de Dios reveló al Padre, como dice en el Evangelio de Juan 1.18: "A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer". Los misterios de Dios, todo el conocimiento que de él podemos tener, es accesible al hombre, por la encarnación del Hijo. Jesús es como la cara de Dios, en quien éste se nos hizo visible. A la pregunta de: ¿cómo es Dios?, respondemos cabalmente diciendo: Dios es como fue Jesús de Nazaret, y como se nos manifiesta Jesucristo en todo el Nuevo Testamento,
En la personas, las obras, las enseñanzas de Jesús, hallamos una revelación trascendente de Dios, y también de nosotros los hombres, menos nuestra naturaleza pecadora.
Hallamos en Jesús, una vocación constante en hacer la voluntad del Padre, y en toda su vida se manifiesta la unión indisoluble entre ambos. Y hay una profundidad tal en la calidad de su vida y de sus enseñanzas, que antes de abandonar este mundo prometió a los suyos enviarles el Espíritu Santo, de quien dijo: "El os guiará a toda verdad, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. Tengo muchas otras cosas que enseñarles, pero aún no las podéis llevar.
Y así el Espíritu inspiró a los apóstoles y los capacitó para que desarrollaran el pensamiento de Jesús al escribir las epístolas. Y es el mismo Espíritu que ilumina nuestra mente para entender los misterios encerrados en las Sagradas Escrituras. El Espíritu toma lo que Jesucristo ha revelado y nos lo entrega, para que nosotros también podamos conocer al Padre, y a la vez logremos conocernos a nosotros mismos.
Pero en Apocalipsis, encontramos la revelación que Dios nos ha dado acerca de Jesucristo. El tema del libro es la manifestación profética de Jesucristo, que recibió Juan, quien da testimonio de la palabra escuchada de Dios y de las visiones que nos muestran la gloria del Señor Jesús resucitado.
En Filipenses 2.9 11 se nos dice escuetamente algo de lo que Jesucristo llegó a ser luego de su resurrección. Pero en Apocalipsis asistimos a la manifestación de su gloria y dignidad, y comenzamos a comprender que su triunfo ya es un hecho consumado. Él no está esperando que llegue a ser realidad su victoria, porque ya ha vencido, y a Juan le es dada la visión de esta victoria.
En nuestra versión castellana (RVR), la idea de que es Dios quien da la revelación acerca de Jesucristo, es bien clara, y lo mismo ocurre con la Biblia de Jerusalén que dice: "Revelación de Jesucristo; se la concedió Dios para manifestar a sus siervos lo que ha de suceder pronto". Precisamente, porque estamos en el último tiempo, y el fin es inminente.
En realidad, ya estamos en el fin, en un tiempo que permanece mientras se construye el fin. Ya estamos viviendo la escatología, puesto que, cuando Jesús comenzó a predicar, anunció: que "el tiempo se ha cumplido". Y el cumplimiento representa para este mundo un compás de espera que es una muestra de la gracia de Dios que quiere que todos se arrepientan y que ninguno se pierda.
Tenían razón los discípulos después de Pentecostés de pensar que, la segunda venida del Señor estaba próxima. Para cada creyente, la venida del Señor debe ser siempre inminente. Lo fue para Esteban, que cuando lo apedrearon vio los cielos abiertos y al Hijo del Hombre a la diestra de Dios; y poco después, durmió. Como lo ha sido para los creyentes de toda la historia, pues al cerrar sus ojos aquí, los abrieron en la presencia del Señor, allá.
Al estudiar Apocalipsis, frecuentemente veremos que hay una sucesión de acontecimientos que nos conducen al fin, que es inminente, y cuando estamos en el fin, comienza una nueva serie de acontecimientos. Así, con emoción, leeremos lo que ocurre con la apertura de los seis primeros sellos, y cuando se abre el séptimo, se nos muestra el fin.
Pero la profecía no se detiene allí, ahora suenan las trompetas, y cuando toque la última, habremos llegado al fin. Pero las visiones continúan con una visión diferente de la manera en que se construye el fin, ahora con la secuencia de los juicios de las copas derramadas. Así se van sucediendo en diversas imágenes y símbolos los acontecimientos que nos conducen al final de la historia.
Así, nosotros vivimos constantemente al borde de la historia cuyo fin es inminente. Dicho de otra manera, vivimos entre dos mundos, entre este siglo presente y el venidero, y pertenecemos a ambos. De alguna manera, ya estamos en el siglo venidero, porque hemos sido introducidos al reino de Dios, aunque nos falta el paso final, cuando el Señor venga, y si para entonces hubiéramos muerto, seríamos introducidos por la resurrección a la nueva tierra, en "donde todo será justo y bueno". Y si vivimos, seríamos transformados sin sufrir la muerte.
Mientras, estamos en el último tiempo, y esperamos el advenimiento del fin que está a la puerta.
El texto continúa diciendo que esta revelación fue enviada a Juan por medio del ángel de Dios. Ya hemos mencionado que el Nuevo Testamento está lleno del ministerio de los ángeles, y veremos en el transcurso del libro que Juan necesitó del auxilio de un ángel para sobrellevar la carga de la revelación. El profeta necesita de este auxilio para conservar su lucidez cuando pasa la visión y debe escribir lo que ha visto. Y necesita las explicaciones del ángel de muchas de las cosas misteriosas que se suceden cuando el impacto recibido supera sus fuerzas. Su trabajo es agotador, y necesita fuerzas superiores a las humanas para lograr recibir el mensaje.
Ve cosas que no pueden representarse con imágenes corrientes, y como sus visiones son inefables, el ángel del Señor tiene que ayudarlo para que adquiera la capacidad de recibir y trasmitir el mensaje que habrá de escribir por la inspiración del Espíritu Santo.
De esta manera, Juan logra dar testimonio de la palabra de Dios, de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. Tanto en su primera carta como en el Evangelio, Juan se presenta como testigo de lo que vio, oyó, tocó y estuvo con Jesús, todo esto lo hizo testigo presencial.
Y aquí en Apocalipsis también fue testigo de cosas que vio y oyó, de la manera en que también lo fueron los profetas veterotestamentarios. Lo que le ocurre, no es como haber soñado, sino en haber tenido una experiencia vivida con intensidad.
Luego de haber tenido la visión del Hijo del Hombre en el capítulo 1, cae a sus pies como muerto; y el mismo Señor pone su mano sobre él y le dice: no temas… escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después. Y en el capítulo 4 en cambio dice que vio una puerta abierta en el cielo y recibió la invitación de entrar y ver.
Pero nosotros somos llamados a ser testigos de Jesucristo. ¿Cómo podremos ser testigos de un Jesucristo a quien no hemos visto? ¿Será que nuestro testimonio es meramente subjetivo? ¿Damos testimonio de un Cristo espiritual y místico? ¿O pretendemos que el testimonio válido es el de nuestra experiencia? Aquí está el error de muchos cristianos, cuyo testimonio está referido a una experiencia personal, que inevitablemente es subjetiva y, por lo tanto, no es un testimonio que cumple los requisitos que lo hacen válido.
Los apóstoles que vivieron con Jesús y que fueron testigos de su muerte y resurrección, de igual manera que Saulo de Tarso, que no solamente vio, sino que tuvo un diálogo con Cristo resucitado y glorificado, nos han dado el elemento concreto sobre el cual se basa nuestra fe: el Nuevo Testamento, que junto con el Antiguo son Palabra de Dios hecha libro, son el registro de la Revelación que culmina con la persona de Jesús que nos es manifestada por el Padre. Este libro es un elemento concreto que nos conduce a Jesucristo, y nuestro testimonio debe presentar al Cristo de las Escrituras, y no al de nuestra experiencia. El primero es un testimonio objetivo, el segundo, será meramente subjetivo. La autoridad del evangelio que predicamos proviene de las Sagradas Escrituras que leemos y meditamos, y no de la presentación del Cristo subjetivo de nuestra experiencia.
La Palabra de Dios es viva e imparte vida. Por eso, toda predicación del evangelio tiene que incluir la lectura de la Biblia o la recitación memorizada de ella. La realidad del encuentro personal que hemos tenido con el Cristo de las Escrituras dará calor y veracidad al mensaje. Hablaremos con entusiasmo y amor, y por el Espíritu Santo que mora en nosotros podremos llegar a ser fieles testigos de Jesucristo.
"Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de esta profecía". Esta es la primera de las siete bienaventuranzas del Apocalipsis. No se refiere, como a veces suele decirse, a las Escrituras en general, sino precisamente al Apocalipsis, y ha de ser así, porque el tiempo está cerca, y no podemos, sino ser dichosos, y estar alegres al tener presente la victoria total del Señor Jesús.
¡Cuántas veces nos sentimos abatidos al leer las noticias de los diarios! Comprendemos en toda su crudeza la miseria de un mundo cuyo dios es el Diablo, en donde impera la mentira, la enfermedad, la injusticia, el odio, el egoísmo, la muerte. Pero todo esto ocurre en un tiempo que dura, mientras se está elaborando el fin. Ya estamos viviendo la escatología, el día del Señor ha llegado, y solamente esperamos la consumación visible de su victoria.
Juan escribió Apocalipsis en una época de persecución de la iglesia. Él mismo estaba preso por causa de la Palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo, y los creyentes vivían agredidos por las autoridades del imperio. Seguramente que uno de los objetivos inmediatos del libro fue llevar consuelo a la iglesia perseguida. Y el mensaje era alentador, pues proclamaba que el verdadero Señor del mundo, no era el emperador romano, sino que Jesucristo triunfante y victorioso conducía todas las cosas hasta el fin próximo. Lo de que "Jesucristo es el Señor", es una realidad presente, y no hay poderes humanos que puedan destruir a la iglesia de Dios.
Es consoladora la figura que hallamos en el capítulo 12 en donde se nos muestra el cuidado de Dios por la iglesia. Habla el "gran Dragón", la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
"Entonces oí una gran voz del cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido arrojado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo".
Desde que Jesucristo ha herido de muerte al diablo cuando realizó la obra de la redención del mundo en la cruz, éste, furioso, sabiendo que tiene poco tiempo, está en el mundo haciendo tanto daño como le sea posible, no solamente a la humanidad a la que domina, sino aún, si así le fuere dado, a la misma iglesia de Dios. Desde el 12.13 16 dice: "Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón (una figura simbólica de la iglesia). Y se le dieron a la mujer las dos alas del águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo".
En Deuteronomio 32.9 12, Moisés expresa en un canto el cuidado de Dios hacia su pueblo y dice: "Lo guardó como a la niña de su ojo. Como el águila que excita a su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas, Jehová sólo lo guió. Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca".
La bienaventuranza está referida al que lee, los que oyen esta profecía y guardan las palabras escritas. "El que lee y los que oyen" es como decir, uno que lee en la iglesia y los demás que escuchan. Este valor particular que se da en toda la Biblia a la lectura pública, incluye seguramente una bendición especial en relación con la lectura privada. Pero hay una autoridad particular en la lectura y predicación del mensaje de las Escrituras en la comunidad de la iglesia, que debe impulsar a los creyentes a guardar y obedecer la predicación.
El término profecía no destaca especialmente el elemento de predicción. El primer significado del término, que viene del Antiguo Testamento, está referido a que es Palabra de Dios. La predicción puede o no estar presente, y la palabra dicha en nombre de Dios es profecía. En este sentido, Apocalipsis es profecía, porque es Palabra de Dios, y el elemento "revelación de Dios" constituye la totalidad del libro, mientras que "predicción es sólo una parte.
Cada vez que la iglesia en los milenios transcurridos debió afrontar pruebas, Apocalipsis se transformó en el libro predilecto de los creyentes. Su lectura y meditación ha traído siempre tranquilidad y paz a la iglesia que sufre persecución.
Seguimos recibiendo inspiradas y pedagógicas explicaciones del libro del apocalipsis y su verdadero significado, por lo cual damos profundos agradecimientos a ustedes, ya que de otra manera escaparía a nuestra mente lógica, la comprensión de lo revelado
GRACIAS POR ESTAS ENSEÑANZAS QUE NOS ESTAN COMPARTIENDO DEL LIBRO DE APOCALIPSIS. ESTO NOS HA AYUDADO AMAR MAS ESTE LIBRO, QUE SIN QUERERLO A VECES LO DEJAMOS DE ULTIMO POR CUANTO NO LO ENTENDIAMOS. QUE EL TODOPODEROSO LES SIGA DANDO SABIDURIA Y DON DE CIENCIAS, PARA QUE SIGAN ENVIANDO A NUESTROS CORREOS ESTAS ENSEÑANZAS TAN MARAVILLOSAS.
hace 15 dias termine con el estudio de apocalipsis en el instituto biblico , y la verdad es algo maravilloso poder entenderlo, y saber que ya estamos viviendo los ultimos tiempos.jesus viene pronto.
Estoy fascionada con este estudio aunque se unas cositas es grande lo que estoy aprendiendo definitivamente nunca terminaremos de conocer todas las cosas que maravlloso es contar con personas como ustedes comprometidas con el trabajo del Señor,el los recompensara grandemente,pues estos estudios aparte que fortalecen,animan enseñan para no caer en manos de mentirosos DIOS LOS BENDIGA LOS AMO EN EL SEÑOR JESUS
Le cuento hermanos que antes me daba un poco de temor leer el libro de Apocalipsis, pero con las enseñanzas que estoy reciiendo, me han gustado y creo que es muy importante instruirnos en ellas, les agradezco mucho les manifiesto mi alegria y estan muy claras, muchas agracias y seguire la secuencia de las mismas, que Dios los bendiga por instruir al pueblo de Dios. hasta pronto.
AMADOS HNOS.
EL LIBRO DE APOCALIPSIS CON SU MENSAJE
PROFETICO, NOS SITUA EN EL FUTURO QUE LE
ESPERA A LA IGLESIA QUE CAMINA EN OBEDIEN-
CIA, FIDELIDAD, EN JUSTICIA Y EN VERDAD. EL
FUTURO DE LA IGLESIA QUE VIVE LA SANTIDAD
DEL CRISTO DE LA GLORIA, QUE ANDA EN SU AMOR.
TAMBIEN, EL APOCALIPSIS LE DEFINE EL FU-
TURO A AQUELLOS QUE NO ANDAN BAJO LA OBE-
DIENCIA Y FIDELIDAD, QUE NO ANDAN EN LA VO-
LUNTAD SUPREMA DEL DIOS ALTISIMO. EL LI-
BRO DE LAS PROFESIAS, SITUA EN UN FUTURO
DE ETERNO TORMENTO, A TODOS AQUELLOS QUE
NO OYEN LO QUE DICE DIOS EN SU PALABRA, LA
SANTA BIBLIA. PARA DEDICARSE A LO QUE SU
PROPIO CORAZON LE ORDENA A HACER.
LO LAMENTABLE ES QUE MUCHOS SE PERDE-
RAN NO POR FALTA DE CONOCIMIENTO, SINO,
POR NO OBEDECER. AUNQUE OTROS SE PERDE-
RAN PORQUE SE DECIDIERON POR EL CAMINO DE PERDICION. MAS EN ESTOS ULTIMOS TIEM-
POS QUE EL ORO Y LA PLATA ESTA ENCEGUE-
CIENDO AL HOMBRE QUE VIVE SIN FE Y SIN ES-
PERANZA… Y ESA ES LA RESPONSABILIDAD DE
NOSOTROS LOS CREYENTES,DE HACERLE EN-
TENDER QUE DIOS ES EL DUEÑO DEL ORO Y LA
PLATA… Y QUE EL DICE EN SU PALABRA: «MAS
BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y
SU JUSTICIA,Y TODAS LAS DEMAS COSAS VEN-
DRAN POR AÑADIDURAS.»
DIOS LES BENDIGA EN FAMILIA.
me intereso mucho el tema sobre el libro del apocalipsis, no me podrian mandar mas informacion?….que Dios les bendiga
OLA MIREN LA VERDAD ME GUSTARIA HABLAR CON PERSONAS QUE CONOZCAN A DIO ES PO ESO QUE DEJO MI MSN…….. ESUS NOS AMA!!!!!11 Y SU VENIDA YA NO TARDA YA STA A LA PUERTA!!! BENDICIONES Y AGREGEN
DE VERAS Q HOY EN DIA MUCHOS NESECITAMOS DE ESTAS ENSEÑANSAS PARA PODER DARNOS CUENTA DE Q ESTAMOS VIVIENDO TIEMPOS PELIGROSOS, EL MUNDO ENTERO TIENE Q DARSE CUENTA DE QUE YA NO HAY TIEMPO Q PERDER,EL SEÑOR ESTA A LAS PUERTAS Y LLAMA SOLO NECESITAMOS ESCUCHARLO . DIOS LOS BENDIGA EN GRAN MANERA ,PERSONALMENTE ESTA ENSEÑANSA FUE DE MUCHA AYUDA PARA MI;DTB.
amados hermanos gracias x estas enseñanzas que dios los bendiga yo soy portuguesa
gracias por este estudio estoy platicando con un testigo de jehova y el comentario que el me da es que apocalipsis 1:8 el que habla es jehova y no jesucristo porque dicen que el todopoderoso es jehova y no cristo. Yo se que es cristo, pero les agardeceria que me ayudaran a sustentarlo.
gracias.
Ellos creen que Jehová y Cristo son diferentes , la verdad es que son uno solo… Estoy con cosquillas en el estómago (por este estudio) como cuando estás enamorada, El Señor es lo máximo, me alegra que en este medio también estemos presentes sus hijos, para compartir de su Verdad y su Amor!
Esta super interesante sta lectura, quisiera seguir aprendiendo acerca de todo esto, soy una persona que trata de integrarse con Dios ,aunque muchas veces resulta dificil en ste mundo mundano,. espero y pueda tener amigos por medio de esto para aprender mas cada dia acerca de la inmensidad de Dios y formar parte de el.,. Bendiciones para todos y espero q el Dios todo poderoso me ponga las personas justas y necesarias para formar parte de esa gran familia unidos en Cristo nuestro Señor.
ste es mi correo. jorg3alvarez@hotmail.com. GRACIAS!!.
Mi querido hermano,a quien se refiere la Palabra en apocalipsis cap.12 no es la Iglesia sino a Israel en el tiempo que este en el poder el anticristo,quien huye al desierto no es la iglesia sino Israel ya que la Iglesia para ese entonces no estara sobre la tierra sino en el cielo con nuestro Jesus,es mi deseo que Dios Espiritu Santo ilumine los ojos de su entendimiento para poder trazar con Verdad la Palabra de Dios y no torcerlas porque segun su punto de vista la Iglesia pasara por la gran tribulacion y aconsejar esto en realidad es un gran error que cae dentro de la Doctrina de error,claramente dice la Escritura que esta mujer estaba en cinta y dio a luz un hijo varon que gobernara a todas las Naciones con vara de hierro,esto se dice de nuestro amado Jesus,esta mujer no puede representar a la Iglesia,puesto que la Iglesia no dio a luz a nuestro amado Jesus,sino que la Iglesia nace de Jesus,pero si Israel concibio a Jesus,ya que Jesus es judio,nacido en Belen por medio de una mujer judia llamada Maria,si gusta podriamos hablar de lo que significa de como esta revestida esta mujer de Apocalipsis 12 con mucho mas que aportar su amigo y hermano en la comun fe una vez dada a los santos…..Victor
Deseo aclarar algo para que no se me mal interprete los que son Guardados por Dios en el desierto en el lugar preparado,es un remanente judio designado por Dios puesto que el dragon al no poder hacer nada contra esta mujer se enfurecio contra esta mujer y se fue hacer guerra contra el resto de sus descendientes,los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles al testimonio de Jesus……quienes son el resto de sus descendientes?LA IGLESIS NO TIENE DESCENDIENTES,LA IGLESIA ES UNA CON CRISTO,EN CRISTO Y PARA CRISTO. esto que se habla en Apoc.12 es en parte el trato de Dios con su pueblo Israel es lamentable pero aun a Israel le aguardan momentos muy duros que atravezar,oremos a favor de Israel.Bendiciones!!!!