2. Los amo… con el entrañable amor de Jesucristo

1.- Pasaje bíblico: Filipenses 1.8: «Pues Dios sabe cuánto deseo verlos a todos ustedes, por el tierno amor de Jesucristo».

En un mundo en donde la sofisticación ha hecho que abunde aquello que se esconde lo visceral que hay en todo, esta afirmación «los amo entrañablemente», cobra particular importancia.

La entraña, es decir el corazón, las vísceras, alude a órganos que tienen un movimiento constante como las olas del mar, como los astros que transcurren permanentemente sobre nuestras cabezas.

Corazón y vísceras se mueven con una potencia y serenidad apabullante, una vez y otra vez dicen algo que es semejante, pero siempre es importante, algo que además es seguro y cierto. Este lenguaje articulado en nuestra carne, nunca se sustrae a las elaboraciones intelectuales.

Los amo entrañablemente, los quiero con toda la fuerza del abrazo, los quiero en la comba que forman mis brazos, un comba hecha para que escuches el latido de mi pecho que le cuenta a tu pecho de algo inexpresable en palabras.

Los amo entrañablemente, recuerda siempre el abrazo que la cruz quiso detener, clavándole los brazos a un madero, a nuestro Señor, para detener el gesto de abrazar a cada uno de nosotros. «Cuántas veces quise juntar a tus hijos como la gallina junta a sus polluelos y no quisiste».

Oración: Señor ayúdanos a amar con el amor de Jesucristo. Por él te lo pedimos. Amén.
C.H.