Por Jorge E. Clausen
Al querer hacer la descripción del cristiano maduro no podemos dejar de lado el contexto de la enseñanza del Nuevo Testamento, ya que en el actuar y obrar y pensar de Jesucristo encontramos del parámetro del Ser Maduro, en la plenitud de su humanidad.
A esta vida entramos por la fe e iremos creciendo en la medida del conocimiento y cambio de actitud. La vida de fe la definiremos diciendo que es un estado de experimentar una «preocupación última».
El hombre como todo ser viviente se preocupa por muchas cosas, sobre todo por aquellas que condicionan su misma existencia: alimento, techo, trabajo. Pero a su ve tiene preocupaciones espirituales, cognoscitivas, estéticas, sociales, etc.
Algunas pueden ser urgentes y cada una de ellas así como las preocupación última de la vida humana. Si se postula como «últi¬ma» exige la entrega total de quien la acepte. La fe entonces en cuanto «preocupación última» es un acto de toda la personalidad. La fe es el acto más personal de la mente humana. No es el movimiento de una determinada parte del ser sino de su conjunto. Siendo así participa en la dinámica de la vida personal, ya sea en la inconsciente como en la consciente del ser.
La entrega total se produce al ser atraídos, fascinados por Dios, creándose una corriente de relación íntima como acto de la fe genuina. Esta respuesta activa y creativa a tal realidad en forma continua, actitud que permitirá el acrecentamiento del perfil humano por la reubicación de los valores naturales y la incorpo¬ración de los caracteres de Cristo. El Apóstol Pablo lo definió de esta manera: «no vivo ya yo mas vive Cristo en mi. (Gál.2:20), lo cual tiende a la concreción del «varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo»
(Efesios 4:13).
Cristo es el arquetipo, el parámetro del hombre perfecto, el que vivió la plena humanidad. Ahora debemos tener en cuenta que Dios no ha exigido al hombre que llegará a ser perfecto, auténtico, sino que Dios nos da la «nueva vida» por la fe, entrega total. Quiere decir que esta vida nueva o si queremos llamarla de Madurez Cristiana se vive en la fe, en el conocimiento y en el amor de Cristo.
La Madurez Cristiana como principio no es subjetiva e individualista, sino que es, crecer y se desarrolla en la comunidad, en la Iglesia, mediante «la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo» (Efesios 4:12). Cristo nuestro parámetro es aprehendido dentro de la comunidad como actuando y ofreciéndose a sí mismo.
Sabe a su vez y esta seguro de que aún no goa de la total plenitud. «No, hermanos, todavía no soy el que debo ser, pero eso sí, olvidando el pasado y con la mirada fija en lo que está por delante, me esfuerzo hasta lo último por llegar a la me¬ta…»(Fil.3:13-14 Bibl. Viv.). Es consciente de sus limitaciones, imperfecciones, y que no siempre coincide el ser perfecto con las decisiones que la vida nos confronta.
Es aquí donde reconoce la necesidad de una orientación para las decisiones, una suerte de «ley» que lo guíe. Esta situación la expresa Pablo en forma personal en 1 Co.9:20-21; allí asegura que está bajo la «ley de Cristo». Esto que en principio parece una contradicción, ya que el cristiano es libre, no lo es cuando se pregunta para qué es libre? ¿Para vivir egoístamente, individualmente, en la «carne»? No, sino para colocarse al servicio de los otros en amor. Así encuentra la orientación necesaria para desarrollar su actividad en ese contexto del Nuevo Testamento en la manera que Cristo pensó y actuó.
Es decir que la Madurez Cristiana no es tanto un estado como una actividad, un darse, un pensar, que está motivado solamente por el amor. El resumen de la ley dad a Israel, la vida y la enseñan¬za de Jesús, la perfecta ley de libertad o la vida en el Espíri¬tu, «Madurez», convergen en un foco: Amor. Esta es la ley que guía la marcha del cristiano: Amor en Cristo.
Esto nos permite actuar en la entrega total, reconocer lo que Juan el Bautista declara: «Es necesario que él Cristo crezca, pero que yo mengüe» (Jun.3:30). Entonces nuestras pautas de conducta serán distintas, sustancialmente distintas.
El apóstol Pablo puede llegar a decir: «Sed imitadores de mí, como yo de Cristo» (1 Co.11:1). Nuestra exteriorización de las vivencias de la fe estarán signadas por los frutos del Espíritu, no teniendo por cierto visos del «viejo hombre». Podremos vivir realidades tan básicas como perdonar a nuestros deudores y enemigos porque tendremos una actitud de amor y no de condena.
La vida que ahora viven es completamente nueva: cada día, pues, aprenden ustedes, más de lo que es justo; traten de asemejarse más a Cristo, creador de esta nueva vida» (Col.3:10 Biblia Viviente).
HERMANO GRACIAS A DIOS POR ESA REFLEXION QUE A MUCHOS NOS HACE BIEN YA QUE DIOS QUIERE QUE NOS ASEMEJEMOS A JESUS POR ESO DIOS DICE QATRAVEZ DE PABLO« SED IMITADORES DE MI, COMO YO DE CRISTO « QUE HERMOSO LO QUE PAPA DIOS NOS DICE QUE SEAMOS COMO CRISTO PUES EL DIJO QUE POR QUE EL ERA SANTO VOSOTROS TENEIS QUE SER SANTOS Y SER MAS JUSTOS POR QUE LAS COSAS VIEJAS PASARON Y SU PALABRA NO PASARA GRACIAS PAPA POR USAR A MIS HERMANOS Y A NUESTRO HERMANO PARA LA REFLEXION BENDICELO PADRE Y LLENALO DE SABIDURIA PARA QUE EL SIGA DANDONOS PALABRAS DE ALIENTO PARA SABER DE TI GLORIA A DIOS POR TODOS DIOS LOS BENDICE
es hermoso tu reflexion es ese morir a ti a lo que realmente tu anhelas es morir a tu estilo de vida a tus pasiones a tus vicios y muchas veces es morir a tu plan de vida es dejar de ser tu para que DIOS entre en ti y gobierne cada area de tu ser y uno se queda como sutilmente despojado de toda racionalidad de toda rebeldia el ser yo primero va muriendo para pensar mas en el otro en tu hermano en tu vecino en tu amigo y tu no amigo por que dejas de mirarlo como tu rival y empieza a ver en el un alma a conquistar es hermoso si y tambien doloroso por que son cosas que vas dejando atras en la vieja naturaleza pero hermano como duele morir pero la remcompensa en gran galardo que solo EL SEÑOR a predestinado para los que vencieren TE BENDIGO Y QUE EL SEÑOR TE SIGA UTILIZANDO
Hermano con tú reflexión queda claro que nuestro Señor Jesús bino para darnos ejemplo de como debemos vivir en este mundo y decirnos que hay un cielo y tierra nueva que nos espera, Jesús es el claro ejemplo del cual Pablo nos dice que lo hemitemos como al lo hemitó a el, existe la plena confianza de nuestro Dios de que si sometemos nuestra voluntad a sus mandamientos seremos recompenzados con sús promesas, como tambien la seguridad de que como Paublo lo hizo tambien nosotros tenemos el libre albedrio de que lo podemos hacer, por que si no fuese posible es seguro nuestro Señor Jesús no hubiese dado su sangre en pago de nuestra biejo hombre (pecado) para un nuevo hombre en una nuva manera de vivir (santidad), recordemos que todo esto es posible por que para Dios lo es, y al entregarnos, El epieza a obrar sú propósito en cada uno de nosotros.
Que Dios lo siga bendiciendo ciendo luz de sabiduria para quienes queremos saber mas de las maravillas y el Amor de nuestro Señor. Amen.
hermano muchas gracias por el mensaje sta muy lindo y le quiero pedir oracion ya que hace 5 meses resulte positivo de VIH pero yo se y tengo fe que el señor DIOS el rey de reyes me va a sanar
En Cuanto a la madurez del creyente he creado este Blog para aclarar aspectos del nuevo pacto y en que consiste la madurez. Pueden verlo aqui >>> estudios biblicos