Tanto sus novelas como su actuación pública, han venido revelando la fe cristiana del gran escritor ruso Solzhenitsyn, hoy exilado en el Occidente. Ni la persecución abierta, ni el ateísmo oficial han conseguido destruir la fe en Jesucristo, que más bien hoy parece aumentar creando serios problemas a los funcionarios de la Unión Soviética.
Centenares de miles de cristianos han ido a los campos de concentración del archipiélago Gulag, por el simple hecho de haber confesado su fe en Jesucristo. Y muchos como Solzhenitsyn, que fueron a la prisión por razones diversas, llegaron a conocer a Cristo allí.
A la muerte de Stalin, y durante el brevísimo período de liberación que Kruschev desató en 1962, el oscuro profesor primario y ex-prisionero del Gulag, Alejandro Solzhenitsyn, llegó a la fama con su pequeña novela Un Día en la Vida de Ivan Denisovich.
Por unas semanas fue el autor más leído en Rusia, y Kruschev mismo lo introdujo a la élite de escritores y artistas en su recepción en las colinas de Lenín, cerca de Moscú. Meses después el stalinismo regresó al poder, las circunstancias políticas cambiaron y empezó el calvario de persecución y dificultades para el novelista, que culminó con su exilio en 1974.
En aquellas breves semanas en que alcanzó la fama, probablemente luego de su noche triunfal, Solzhenitsyn escribió esta oración con toda la intensidad de su fe:
¡Cuán fácil me resulta vivir contigo, Oh Señor, Dios mío!
¡Cuán fácil es creer en ti!
Cuando mis pensamientos vacilan, asaltados por la duda, y mi espíritu desfallece.
Cuando los más inteligentes no descubren nada más allá de esta noche, y no saben lo que tendrán que hacer mañana.
Entonces es, Señor, cuando tú me comunicas ¡la clara certeza de que tú existes y de que tú mismo velarás para que no sean cortados todos los caminos del Bien!
Frente a la fama terrena yo contemplo, admirado, el camino sin esperanza que me ha guiado ha guiado hasta aquí.
¡De modo que yo también he podido transmitir lejos, entre los hombres, el reflejo de tu gloria!
Mientras sea necesario, serás tú el que me ofrezcas los medios y, cuando yo ya no pueda hacerlo entonces serás tú el que confíes esa misión a otros…
CITA AL PIE = (Esta versión en castellano está tomada de Solzhenitsyn el Creyente, por Andre Martin, Ediciones Paulinas, 1975)
CUAN BELLAS LAS PROMESAS DE NUESTRO AMADO PADRE NO TE DEJARE NO TE DESANPARARE Y TODAS SUS PROMESAS LAS CUMPLE CUANDO LO PEDIMOS EN ORACION Y RUEGO Y CON ACCION DE GRACIAS . BENDICIONES HERMANO
no te apresures hacer lo malo mas bien vence el mal haciendo el bien, por que hay caminos que al hombre le parece perfecto peru su fin es camino de muerte.-espera en Jehova el GRAN YO SOY.