María fue a ver a la Doña porque no le quedaba otra. El padre se lo había dicho, ¡no te quiero ver con el Juan! Pero ella lo quería al Juan y vaya si lo quería que lo siguió viendo. A las escondidas, a las escapadas, con el miedo y el apuro de ser descubierta. «Si te veo con ese te mato», «no ves que es un vago, vos dedícate a la casa, que acá hay bastante que hacer».
Ella insistió en verlo. Juan le prometió llevarla con él, una casa linda, cocina y todo. Juan le prometió tantas cosas que ella no pudo hacer menos con él. Le dio lo que le pidió y se entregó a él como una ofrenda, con la esperanza de un futuro y de olvidar un pasado.
Cuando le dio la noticia, el Juan se quedó callado y forzó una sonrisa; ya hace tres meses que no lo encuentra al Juan, no sabe lo que le pasó, si se habrá ido o estará preso. Por eso, porque no le quedaba otra, María fue a ver a la Doña.
gracias por las reflexiones que me envian. me han servido mucho¡
mil gracias, que DIOS los bendiga¡
Me gustan mucho las reflexiones que me envian,me han enriquecido bastante y por cierto muchas de ellas son muy profundas y todas dejan un mensaje para meditar y pensar.En la obediencia esta la bendicion,aunque no nos guste o no estemos de acuerdo debemos obedecer a nuestros padres y pastores.Dios siga usando sus vidas